PUENTE PUKAYAKU

Cruza el río Yanamayo y es parte del camino inka.

LAGUNA DE PEROLKOCHA

Difícil de llegar pero vale la pena.

PIRUSHTU DE KONDOR

Centinela de San Luis, sobre Roqruwarka

FLOR DE SHAQAPA

Orquidea andina, que crece sobre los 4000 m.s.n.m.

MONOLITO CON LA FIGURA DE JAGUAR

Encontrado en centro poblado de canchabamba.

jueves, 3 de noviembre de 2016

EL AMIGO CHARLIE






EL AMIGO CHARLIE

Va a cumplir dos décadas que llegó a casa, convirtiéndose en un miembro más de la familia. Inmediatamente ocupó un lugar privilegiado, en donde mora vigilando a todo aquel que entra y sale de mi pequeña morada. En todo este tiempo se encargó de la seguridad domiciliaria, jamás permitió que se pierda un solo objeto o artefacto, pese a que tuvimos largas ausencias.  

Charlie es una cabeza, parte de un esqueleto humano,  que  mis hijos encontraron accidentalmente cuando caminaban por un desolado chaki naani  de mi recordado pueblo. Lo recogieron con miedo y lo trasladaron a casa, aun sabiendo o creyendo que nosotros, sus padres, nos íbamos a enojar. Sin embargo cuando llegó Charlie oculto en una bolsa de papel, naturalmente tuvimos sorpresa y cierto temor, pero luego de un pequeño concejo familiar convenimos hospedarlo en algún espacio de la vivienda.  No sabemos a ciencia cierta, si es varón o mujer, pero por sus facciones fuertes y masculinas, mis hijos decidieron llamarlo Charlie, en recuerdo a un amigo que conocieron en las vacaciones en la ciudad de Lima, pero un infame accidente de tránsito lo llevó a la lejana morada de los dioses.

Mientras tanto Charlie, se había ganado mucho respeto y cariño. Amigo y compañero de mis aún pequeños hijos. Por el simple hecho que fue alguna vez hombre, le teníamos todas las consideraciones que a cualquier mortal le debemos tener. Además algunas visitas nos iban ilustrando las bondades de su presencia, nos comentaban que era el mejor guardián de la casa, que mientras él esté aquí, jamás sufrirán robos y pérdidas. Sin embargo había que atenderlo, limpiarlo y asearlo, dejarle sus caramelos, cigarrillos, la piksha con su coquita, el puru con su cal y el reconfortante washku, pero sobre todo conversarle, agradecerle por su compañía y por los cuidados que tiene con la casa.

Con el tiempo, a su alrededor, fueron aumentando algunos elementos y hábitos, le añadimos sus cubiertos, algunos juguetes, una pipa y otros accesorios que quizás en vida utilizó. Luego añadimos hasta una piedrecita de río, redonda y bonita, para que la arroje a los ladrones que osen entrar a robar, la que trajimos de los alrededores en donde lo encontraron. Igualmente otros huéspedes nos aconsejaron que lo llevemos a la iglesia a escuchar las celebraciones litúrgicas, subirlo a la azotea para que observe el hermoso paisaje serrano que seguramente en vida disfrutó.

La presencia de Charlie nunca nos produjo temor. Definitivamente es un espíritu bueno, a veces en nuestra ausencia los vecinos lo ven recorriendo el jardín exterior. También nosotros lo hemos visto transitando en el pasadizo o en ciertas noches lo escuchamos acomodando los muebles produciendo fuertes bullicios. Hoy Charlie sigue en su cornisa,   con su mirada firme y vigilante, con su chullo andino y toda una parafernalia que poco a poco ha ido almacenando en todo este tiempo. Siento al amigo Charlie seguro de sí mismo, posesionado, resuelto y decidido a quedarse como el verdadero dueño de casa. Mientras nosotros, los supuestos dueños, somos los ocupantes precarios, los inquilinos y en verdad debe ser así, porque todos entramos y salimos, viajamos y retornamos, quien está y estará permanentemente en el recinto, será definitivamente él.  

PD. En el mundo andino, las momias y los restos de nuestros seres queridos y aun de las personas que no conocemos, tienen un inmenso valor como es el caso de Charlie. Ojalá la presencia de éste no constituya un acto pagano, en estos tiempos en que Juan Luis Cipriani (Cardenal del Perú) pretende disponer sobre nuestras vidas y Jorge Bergoglio (el papa Francisco) quien nos quiere enseñar que debemos hacer con nuestros muertos.