sábado, 6 de junio de 2020

HISTORIA DE SAN LUIS PARTE I





BREVE INICIACIÓN A LA HISTORIA DE SAN LUIS. 
(LOS INICIOS)
Intentar construir la historia de cualquier pueblo, sin poseer documentación y bibliografía suficiente, constituye de por sí una seria limitación, sin embargo, trataremos de iniciar una breve reseña histórica de nuestro terruño, partiendo de las pocas fuentes que contamos, recurriendo principalmente a las fuentes orales, las tradiciones, costumbres y algunos escasos textos escritos sobre la región.

Empezaremos esta síntesis historica, presentado una pequeña descripción de la localidad, en palabras del reverendo S. Marquez. “...  La población brinda un panorama incomparable. Gracias a su horizonte tan abierto, el sol sale temprano y se oculta tarde, la luz brilla más que en ningún otro sitio, pues la cordillera que se tiene frente a este pueblo, refleja como un espejo los rayos del sol...”. Efectivamente la villa de San Luis es una localidad con un paisaje pintoresco y singular en la zona, tiene en los puntos cardinales horizontes amplios y lejanos, sólo en el sur se yergue majestuoso e imponente, el cerro Potosí, como queriendo proteger a todo nuestro pueblo. Potosí es el nombre de nuestro centinela, en comparación a la gran mina boliviana, por su riqueza minera que aún guarda en sus entrañas. (1)

En la época prehispánica nuestro pueblo, formó parte del grupo étnico de Ichohuari, que estaba conformado por nuestra provincia, Asunción y Antonio Raymondi, es decir los pueblos que se encontraban a la izquierda de Huari. Se sabe que fue denominado de manera genérica Chuquipampa, mientras el padre Márquez lo denomina Chuquihuari. Es necesario señalar que Huari estaba conformado por Ichohuari y Allaucahuari (Huari y los pueblos que están a su derecha). Mientras la zona de San Marcos y Chavín estaba conformada por el grupo étnico Pincos. (2)

Todo indica que el nombre nativo de nuestra tierra está vinculado al término quechua chuki, pero que parece ya castellanizado. Es probable que el vocablo nativo sea tsoqe que ha devenido en chuki. En las afueras de la población, se halla un terreno llamado tsoqebamba (tsoqepampa) hoy Capulipampa. El témino quechua tsoguepampa se ha transformado a las palabras castellanizadas tsoguebamba y luego a chuquipampa, tal como denominan algunos autores a esta parte de la provincia (3).

El término quechua “tsogue”, supone también diferentes significados, sabemos que es una planta que crece en las zonas quechuas, aunque hoy esta vegetación no se observa en la zona. El mismo término tsogue significa también suelo abierto o que se abre, quizás este nombre pueda tener mayor sentido   en relación a los problemas de agrietamiento que siempre ha tenido la población. Es curioso que, en relación a este fenómeno también en las cercanías del poblado hallamos una zona llamada Machaqwahi, literalmente casa borracha, sobreentendida como construcción o terreno inestable.

En conclusión, tsoqepampa, puede significar, llanura con agrietamientos o en su defecto planicie poblada con la vegetación que hemos señalado en el párrafo anterior. No obstante, es difícil señalar categóricamente el significado de este topónimo.

En relación a nuestro análisis, creemos necesario incluir la contribución de investigador piscobambino Américo Portella Egúsquiza, en su texto “Serenatas Andinas”, señala que “…originalmente San Luis se denominaba “Chuquispampa”.  Según los entendidos lo que ha ocurrido es que se ha producido una remodelación idiomática del nombre toponímico, Chuquispampa, significa pampa del oro fino….” (3).  En este sentido hay que precisar que el término chuki, literalmente significa oro en la lengua aymara, pero este metal precioso en quechwa se denomina qori. En todo caso si tuviera este significado el vocablo deberá haber sido Goripampa. Como sabemos en este caso el vocablo chuqui, es la deformación lingüística de la expresión nativa tsoqe. Sin estar completamente de acuerdo con esta afirmación, valoramos su comentario.

Es conveniente también incorporar el comentario de don Manuel Mendoza García, investigador y articulista de la Revista Aspirando, vocero de la Institución Educativa Amauta Atusparia de Chacas, que precisa, “… según el Diccionario Enciclopédico del Perú, de José Alberto Tauro, la palabra chuqui, significa lanza…” Luego añade, “…durante la época colonial las parroquias de San Martin de Chacas y de San Luis constituyeron el repartimiento de Chuquihuari de la real corona, por cuyas circunstancias a los nativos del citado repartimiento se les conocía con el gentilicio castellanizado de chuquis, o sea naturales de Chuquihuari. El nombrado término se aplicó a los habitantes de las dos parroquias, posiblemente, por el predominio del Choqui (lanza) entre sus habitantes, de cuyas costumbres son herederos los campesinos del distrito de San Luis, que no dejan el bastón de lloque en sus caminatas…” (4) La apreciación del señor Mendoza nos ayuda a esclarecer la razón de nuestro apelativo, tukru fusil.  

Producida la conquista, toma el nombre de San Luis, hoy capital de la provincia. Esta denominación tiene un origen claramente cristiano y religioso, en homenaje al rey de Francia, Luis IX (1215-1270), quién encabezaría la última cruzada tratando de rescatar las tierras santas, ocupadas por los musulmanes. El rey en mención perecería en la brega por esta noble causa. Luis IX fue canonizado en mérito a su gran religiosidad, sencillez de su vida, virtudes personales y su inmensa fe. Efectivamente los nombres de los pueblos de Conchucos y muchas ciudades del Perú, procedieron de los diversos personajes reconocidos y santificados por la iglesia católica, dado el espíritu profundamente creyente de los conquistadores, por ejemplo, San Martín de Chacas, Santo Domingo de Huari, San Pedro y San Pablo de Piscobamba, San Juan de Pomabamba, San Andrés de Llamellín y San Luis de Huari.

Entonces nuestra tierra cambia de nombre, adopta el de San Luis de Chuquipampa o San Luis de Huari, en relación a su antigua pertenencia. Sin lugar a dudas fue una población pequeña, sin la trascendencia de Huari o de Piscobamba, dos pueblos prehispánicos importantes en esta vasta zona.
Seguramente no tenga fecha de fundación española, porque las fundaciones estaban destinadas para pueblos y ciudades con mayor significación comercial, estratégica o administrativa.

En los inicios de nuestra historia aparecen diversos vestigios de ocupación humana en el distrito y en la provincia. Uno de los más antiguos es Inka Raqaa, ubicada en el caserío de Illauro, ciudadela caracterizada por un conjunto de construcciones líticas, esparcidas en algunas hectáreas. se puede distinguir nítidamente algunas ventanas trapezoidales que sería un rasgo importante de la arquitectura andina posterior. De este lugar ha sido extraída innecesariamente un mediano lanzón (wanka) que se encuentra clavada en la plazuela de la comunidad.

Prosigue en importancia Kasha Hirka, ubicada al oeste de la localidad. Esta extendida la plataforma en aproximadamente diez hectáreas, que va desde el camino real que se dirige a Taulli, hasta el confín de las elevaciones del terreno. Seguramente, como muchas de las sociedades autóctonas, sus ciudades se construyeron en las partes altas del territorio. Significaba la conservación de las zonas agrícolas de las zonas bajas y una finalidad estratégica y militar.   El abandono, el paso de los años y la ocupación del hombre, en la agricultura y el pastoreo ha deteriorado dramáticamente el sitio. En la actualidad se encuentra un conjunto de corrales que han sido construidas con piedras de las edificaciones. Además, la presencia de un conjunto de plantas de eucalipto ha contribuido en la deformación del monumento.

La extensión del terreno supone haber existido edificios, calles, entradas que apenas se distinguen. La plazuela actual del poblado de Qontsa Hirka, probablemente haya sido uno de los espacios más importantes del sitio arqueológico. No obstante, al oeste de la explanada todavía queda una construcción lítica sobre un pirushtu, que tiene una entrada a la construcción, que espera un estudios y trabajo especializado.

Según los estudios en Kasha hirka se percibe una clara influencia de la Cultura Recuay, también llamada Huaylas o Santa (200 ac – 700 dc) que pertenece al intermedio temprano. Esta sociedad ocupó gran parte de la sierra del territorio ancashino. Se caracterizó también por la construcción de estructuras de piedra, el labrado de monolitos con diferentes figuras y su cerámica singular por su estilo “rojo y blanco”. Por eso en Kasha Hirka se pueden observar todavía algunos tipos de construcción, como acueductos, pequeñas plazas circulares y los restos de una cerámica esparcidas en todo el terreno.

Debemos tener también en cuenta la existencia de algunos restos en el centro Poblado Menor de Canchabamba. Esta comunidad se asienta sobre un sitio arqueológico, pues en diversos trabajos de edificación han hallado y rescatado numerosas piezas líticas que testimonian la existencia de una avanzada sociedad. Igualmente, en la comunidad de Carash, en el límite con Canchabamba, se encuentran diversas construcciones que han sido destruidas por las actividades humanas y principalmente por la construcción de la carretera a este último caserío.

Hay una riqueza arqueológica enviable en toda la provincia. El hermano distrito de Yauya atesora piezas líticas de influencia chavinoide. La piedra de Yauya es una wanka (piedra alargada) estudiada por arqueólogos peruanos de primera importancia, como Julio Cesar Tello y Federico Kauffmann Doig. Tampoco podemos dejar de mencionar las cámaras funerarias ubicadas en el Centro Poblado de Juncay, lastimosamente saqueadas, y destruidas con la construcción de la carretera hacia la mencionada población. En el progresista distrito de San Nicolás, se encuentra también el centro arqueológico de Kotosh, una ciudadela que aún conserva rasgos de un lugar importante, en donde se puede apreciar edificaciones diversas, enormes paredes de piedra que seguramente fueron parte de edificios, plazuelas que alguna vez habrían sido centros ceremoniales, entradas, restos de calles, pero hoy en estado de deterioro y usado para fines agrícolas. Añadimos en este mismo distrito, las cámaras funerarias del hermoso Qayarapana, que también se encuentran profanadas.

Existen además otros vestigios arqueológicos regados en toda la provincia, se trata de chullpas, atalayas, acueductos y diversas construcciones que constituyen ardua tarea pendiente de los jóvenes científicos sociales, para el estudio, el rescate, la conservación y principalmente su difusión para la intervención del Ministerio de Cultura y declaración como Patrimonio Arqueológico Regional.

Merece un párrafo aparte el camino Inka (Qhapaq Ñam). Esta magnífica caminera atraviesa la provincia. Ingresa por Puaq (Caninaco), pasa por Palla Wachanan, luego se dirige a Yauya bajando por Tambo Real de Huancabamba, en donde se puede apreciar aun el hermoso sendero prehispánico. Prosigue hacia el magnífico puente Puka Yaku que cruza el no menos impactante  río Yanamayo y luego transcurre hacia la provincia de Mariscal Luzuriaga. Es necesario precisar que esta vía real se halla en buen estado de conservación en nuestro distrito, en algunos casos el ancho excede a los diez metros. Por otro lado, el lugar de nominado Palla Wachanan (lugar en donde alumbró la esposa del inka) existe una edificación de piedra que todavía conserva su estructura y características iniciales. En la orilla de la caminera, se puede hallar también enormes monolitos cincelados en su contorno, llamados guelley peesanan (para pesar la plata) una especie de wipis gigantes que el paso del tiempo no ha podido deteriorar. De mismo modo, es menester especificar que el Qhapaq Ñam, solo atraviesa en Ancash, las provincias de Huari, Fitzcarrald, Mariscal Luzuriaga, Pomabamba, Sihuas, Corongo y Pallasca, convirtiéndose de un gran potencial de turismo de nuestra provincia y de la región.

Como observamos, en esta etapa, la zona de Conchucos desarrolló su propia historia, aunque existan periodos visibles de influencia externa, como la de la cultura Recuay y posiblemente de la Cultura Wari. Sin embargo, hasta la segunda mitad del siglo XV mantiene su autonomía, hasta que llegaron los conquistadores cuzqueños, dirigidos Tupac Ynca Yupanqui y Huayna Capac, descendientes del gran Pachacútec. Algunos cronistas como Cieza de León manifiestan que “...Los indios de la provincia de Conchucos, fueron muy belicosos y los incas se vieron en trabajo sojuzgarlos.” 

Así mismo el inca Garcilazo de la Vega señala que: “... Ganó el Inca a las provincias rebeldes con hambre y astucia militar.” Y termina diciendo que el asalto duró de cinco a seis meses. Derrotadas las huestes conchucanas fueron incorporadas a la jurisdicción del Chinchaysuyo. Para el estudio de este período de la historia regional realmente se han hecho muy pocas investigaciones, por la que se caracteriza sólo de generalidades para toda la región.



Termina el periodo prehispánico de nuestra pequeña historia con la conquista del Perú. Uno de los primeros españoles que pasó por la jurisdicción fue Hernando Pizarro, quién se dirige desde Huari a Piscobamba, probablemente pasando por Tambo Real de Huancabamba y Yauya, cuando se dirigía a Pachacamac en busca de tesoros. Así lo testimonia el cronista Miguel de Estete. Hernando Pizarro atraviesa suelo sanluisino por el Camino del Inca entre los días 2 y 3 de abril de 1533. (6)

(1)    MARQUEZ ZORRILA, Santiago. 1965. “Huari y Conchucos” Imp. El Cóndor.  Segunda Edición.  Lima.
(2)    GOMEZ LEON, Miguel. “Presencia de Santo Toribio de Mogrovejo en el Callejón de Conchucos” Diócesis de Huari. 2008
(3)    Seguramente trae confusiones la escritura quechua, a veces recurrimos a su correcta escritura y en algunos casos omitimos reglas, con la buena intención de transmitir claridad para su lectura y comprensión
(4)    PORTELLA EGUSQUIZA, Américo. Serenatas Andinas. 2000 Lima.
(5)    MENDOZA GARCÍA, Manuel.  Revista Aspirando. N° 05 1978 Colegio Amauta Atusparia Chacas.
(6)    ESTETE MIGUEL, "Relación de la Conquista del Perú"

II PARTE : LA ETAPA COLONIAL.




4 comentarios:

  1. Hermano historias con información tan valiosa como esta hace falta publicar para q la nueva q carece de conocimientos de la riqueza histórica de nuestro terruño pueda informarse y alimentar su badajee cultural.

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  2. Felicitaciones hermano me ha encantado leer tu publicación y q vengan muchas historias más.

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  3. Felicitaciones maestro, como siempre, encantada de leer tus escritos es magnífico, gracias por compartirlo con nosotros. Y que vengan muchas más...

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  4. muy buena información, espero que siga escribiendo mas, gracias

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