LA
VENTA DE ILEGAL DE TIERRAS EN SAN LUIS Y LA FAMILIA MÁS TRADICIONAL DEL PUEBLO.
Un
conocido paisano, cegado por la ambición e ignorancia, tuvo la osadía de vender
a un estafador, un conjunto de bienes inmuebles, que totalizan seguramente
miles de hectáreas entre punas, solares y terrenos de cultivo. El referido
paisano, por el hecho de poseer un testamento de fines del siglo XIX, creyéndose
heredero único de la familia Jimeno,
hizo realidad la estafa más grande de la historia de nuestro pueblo, convirtiendo a más de 200 agraviados en
ocupantes precarios, involucrándolos así en un problema legal que probablemente
tardará mucho en solucionarse. A raíz de
este acontecimiento nos propusimos en indagar porqué fueron perjudicados tantos
paisanos, si las ventas de dichas propiedades fueron hechas por diferentes personas,
sin aparente parentesco, el resultado de la indagación, es el siguiente.
Probablemente,
la familia más antigua del distrito es la Jimeno, o por lo menos la que hasta
hoy, ha incrementado con mayor certeza el árbol genealógico
familiar. Además existen documentos que en cierta forma confirman nuestra
afirmación. Don Raymundo Jimeno fue el patriarca de esta familia, desde su testamento, fechado en 1860 podemos apreciar que su descendencia, la
conforman prácticamente la mayoría de sanluisinos, sobre todo aquellos nacidos en el pueblo hasta
la década del 70, están vinculados al
apellido señalado. Por otro lado, es
esta familia, que desde muy antaño, ha poseído las mayores propiedades en el
distrito, existiendo argumentos bastante sólidos para demostrar lo manifestado.
En
este sentido reseñamos algunas de sus ramas más inmediatas, del
tronco familiar, aun cuando muchos de sus miembros están diseminados en
diferentes regiones del país y en el extranjero.
Doña
Estaurófila Cáceres Jimeno, casada con Amadeo
López, es el tronco familiar de los
hermanos Azucena, Violeta y Rosas López Cáceres, de doña Azucena, de la que procede la familia Barrón López.
Doña
Elvira Rotta Jimeno, es madre de Carlos Fitzcarrald Rotta y de los
hermanos Antonio y Celia Blas Rotta. Los
descendientes de esta familia son numerosos y radican en el país y en el
extranjero.
Doña
Luisa Jimeno Blanco, casada con don Helí
Pasco Barrón, es el tronco familiar de los hermanos, Blanca, Haydee,
Ernesto, Antonio Pasco Jimeno. De igual forma esta familia se ha extendido
visiblemente, por ejemplo con los descendientes de Gambini Pasco, Arana Pasco y Villanueva Pasco.
De
don Sotero Jimeno, casado con Elsa Cordts Fitzgerald, procede los hermanos Luis,
Nila Jimeno Cordts, tronco de las familias Jimeno Mora y Blas Jimeno.
De
don Liberato Jimeno, casado con Albina Cordts Fitzgerald, descienden los
hermanos Adalberto, Albina, Augusto Jimeno Cortds, que da origen en uno de los
casos a la familia Jimeno Agüero.
De
doña Petronila Jimeno, casada con Ludovico Amez Hocke, provienen los hermanos, Alicia y Edeyme Amez
Jimeno.
De
la unión de doña Maria Jimeno con Luis Cupertino Villavicencio, descienden los hermanos Luis Cirilo y Alfonso
Villavicencio Jimeno, quienes originan
la generación de las familias Villavicencio Vaez, Villavicencio Small y
Villavicencio Gambini.
Como
hemos señalado anteriormente, los descendientes de la familia Jimeno, hasta hace algunas décadas (y probablemente
hasta hoy) han sido las mayores propietarias de tierras del distrito. Estas
propiedades, como algunos paisanos deben conocer, se inician (iniciaban) desde
Yanapoma, Mitush, Olivo, Colpa, Capulipampa,
numerosos solares en la población, Buena Vista, Potosí, Sheywa, Racmata,
Ventanayoc, Mallquibamba, Rogruhuarco, Guesguecancha,
Caninaco Punco, Tambillos, Tashta y Huamparán en Huari, Por otro lado también ha
afectado esta transacción ilegal, algunos
predios en la provincia de Asunción, que también fue propiedad de los Jimeno.
Ha pasado un considerable tiempo desde la comisión
de este delito, sin embargo, los perjudicados y las autoridades locales (por el tamaño de la
población perjudicada) no han iniciado una investigación y denuncia cabal, complicando la situación legal de los perjudicados, ya
que los falsos propietarios han obtenido diversos créditos en las instituciones
financieras, dejando en hipoteca propiedades realmente ajenas. A esto se añade
también, que han sido vendidas
propiedades de Comunidades de Campesinas al mismo estafador, las que han sido
revendidas a terceros con la finalidad de complicar y alargar los procesos
judicialies que se emprenderían. Tal es el caso de la Comunidad Campesina de
Caninaco y la Comunidad Campesina de San Santiago de Cardón/Aurinja, que
albergan a cientos de familias
establecidas en esas propiedades y que en el largo plazo van a ser seriamente perjudicadas.
Cuando la viveza e ignorancia no tienen limites,un claro y contundente caso de ello
ResponderEliminarEse debe ser compinche del delincuente Orellana,o dicipulo
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