KASHA HIRKA
Este nombre designa a un conjunto
de edificaciones prehispánicas que se encuentran en el oeste de la capital de
nuestro distrito. La denominación proviene de dos términos quechuas, Kasha,
espina. Hirka, cerro, elevación, colina.
Significa entonces colina poblada de plantas espinosas.
En el lugar existen una serie de
pirushtus (1), de donde se puede observar nítidamente los cuatro puntos
cardinales. Apreciamos claramente gran parte del distritio de San Luis, la provincia de Asunción (Chacas y Acochaca)
pero lo más impresionante es la vista del encuentro geográfico de las
provincias de Fitzcarrald, Asuncion, Yungay y Mariscal Luzuriaga al noroeste y
allá al fondo se puede observar aun, la lejana provincia de Pomabamba. Casha
Hirka, es una comarca no solo muy hermosa, sino valiosa por su importancia
arqueológica en la historia de nuestra provincia y de la región.
Está extendida en aproximadamente
diez hectáreas, que va desde el camino que se dirige a la Comunidad de Taulli,
hasta el confín de estas elevaciones. Seguramente, como muchas de las
sociedades autóctonas, la construcción de estas ciudadelas en las partes altas
de un territorio, al mismo tiempo, significaba la conservación de las zonas
agrícolas en las zonas bajas, una finalidad militar de vigilancia y además del
disfrute de un panorama excepcional.
El paso de los años y la
ocupación humana del terreno (pertenece el terreno a particulares que a la fecha
la dedican a la agricultura, al pastoreo e incluso se ha construido en el
predio una loza deportiva) han destruido notablemente la ciudadela. En la actualidad
se encuentra un conjunto de corrales que han sido cercadas con piedras
obtenidas del mismo monumento. Además de la presencia de algunas plantas de
eucalipto que han contribuido en la deformación del paisaje arqueológico.
La extensión del terreno supone
que hayan existido edificaciones, calles o caminos, entradas, que apenas se
distinguen actualmente. La plazuela actual de la comunidad de Qontsa Hirka, probablemente
haya sido una de los espacios más importantes de este monumento. Empero apenas
queda es una construcción lítica sobre un pirushtu, que aún conserva una
entrada hacia su interior. Se espera desde luego un trabajo arqueológico
especializado.
Según los estudiosos en Kasha
Hirka se percibe una clara influencia de la Cultura Recuay, también llamada Huaylas
o Santa (200 dc- 700 dc) que pertenece al Intermedio temprano. Esta sociedad ocupó gran parte de la sierra
del territorio de Ancash. Se caracterizó
por la construcción de estructuras de piedra, el labrado de monolitos con
diferentes figuras y una cerámica singular por su estilo “blanco sobre rojo”.
Por eso en Kasha Hirka se pueden observar todavía algunos tipos de construcción,
como acueductos, pequeñas plazas circulares y los restos de una cerámica con
los colores mencionados que aún se pueden encontrar en el sitio (2)
Quizás para los sanluisinos y
para todos los que amamos realmente nuestro pasado milenario, sea hora de tomar
decisiones con la finalidad de rescatar y revalorar este patrimonio cultural
provincial. Se tiene que recurrir a las instancias del estado encargadas de
vigilar y amparar su conservación, teniendo en cuenta no solo por su valor
histórico, sino que constituya otro de los referentes la promoción del turismo
local y regional.
(1) El termino pirushtu, es un sustantivo común quechua. Significa elevación de un determinado territorio, protuberancia, cerro, colina. Designa a toda elevación de montaña, de donde se puede observar todo el alrededor panorámicamente. En la antigüedad muchas culturas prehispánicas acostumbraban construir viviendas, ciudadelas y fortalezas en los Pirushtus, desde donde podían vigilar la seguridad de sus territorios y pueblos. Esta denominación se halla en forma indistinta, basta recorrer algunas zonas de nuestro Konchukos para encontrar numerosas elevaciones que toma este nombre.
El arqueólogo Bebel Ibarra
Asencios, un reconocido investigador huarino, en su texto Historia Prehispánica
de Huari, escribe “ …. Se hallan
asociados a otro tipo de estructuras, como restos de muros y algunos patios.
Sólo se ha registrado dos sitios que muestran este tipo: pirurojirca y pirushtu en Cajay…..” El término es
usado en forma muy frecuente en los estudios de arqueología ancashina.
Los pirushtus tienen una formas cónicas
que le asignan una singular belleza (en otros casos toma el perfil de un cono
trunco). Permiten contemplar un
indescriptible panorama, dibujando el encuentro entre la tierra y cielo.
Ascender y permanecer en un Pirushtu, es una sensación que solo el protagonista
puede entender, tiene magia, energía y nos hacen sentir, por algunos instantes,
verdaderos amos de la naturaleza. Por eso, por lo menos una vez en nuestra vida
debemos coronar un Pirushtu. No solo son sensaciones, son verdaderamente
conmociones.
(2) GEORGE F. LAU. “Evidencias
radiocarbónicas para las transformaciones culturales Recuay. En
Arqueologia de la Sierra
de Ancash - Bebel Ibarra Asencios.