PUENTE PUKAYAKU

Cruza el río Yanamayo y es parte del camino inka.

LAGUNA DE PEROLKOCHA

Difícil de llegar pero vale la pena.

PIRUSHTU DE KONDOR

Centinela de San Luis, sobre Roqruwarka

FLOR DE SHAQAPA

Orquidea andina, que crece sobre los 4000 m.s.n.m.

MONOLITO CON LA FIGURA DE JAGUAR

Encontrado en centro poblado de canchabamba.

viernes, 10 de julio de 2015

CUENTO DE MI TIERRA





LA HILANDERA DE LA LUNA.

Esta historia me contó mi abuela, sentada en un banco de madera en la puerta de nuestra casa, tejiendo diestramente con sus ágiles manos y sus hermosos ojos miraban el lejano  horizonte, como queriendo recordar un trecho de su larga y sabia existencia. Mientras me refería lo siguiente:

Si en las noches serenas, aquellas sin nubes e  inundada de millones de estrellas, miras  detenidamente a la  hermosa luna llena, distinguirás claramente la silueta de una mujer sentada con su hilado, quien labora sin descansar desde tiempos  inmemoriales. ¿Sabes por qué se halla esa señora en medio de la mama killa? – Como no obtuvo respuesta prosiguió -  En  realidad es un castigo hacia una hija,  que no supo prodigar los cuidados y el amor a su madre, en la más difícil etapa de la vida;  la vejez. Fíjate hijo,  muchos de los padecimientos que sufrimos los hombres, son secuela de nuestras malas acciones, que son castigados por los dioses.


La historia es la siguiente -continuó – se trata de la única hija que había criado abnegadamente una humilde madre, no obstante cuando ésta  envejeció, en vez de cuidarla y protegerla,  la maltrataba y humillaba.  La progenitora sufría a solas y en silencio tanta desdicha. Una noche Juanita  – que así se llamaba la ingrata hija – se había negado a regalarle un platito de mazamorra, dejando que durmiera  sin alimento a la buena mujer. Mientras Juanita sin remordimiento se echó a descansar tranquilamente.   No obstante  tuvo un sueño, en donde una desconocida le advirtió: Si tú sigues tratando mal a tu mamita, a esa mujer que tanto te quiere, los dioses te castigarán. Tu trabajo será de hilandera por toda la eternidad. Al despertar la mujer,  no tomó con importancia la advertencia de ese extraño sueño y tampoco se arrepintió ni  modificó su conducta.

Cuando falleció la anciana,  secuela de los pocos cuidados y del desamor, Juanita se había quedado sola. Su mal carácter alejó a todo hombre que pretendió desposarla, por la necesidad tuvo que dedicarse al difícil trabajo de convertir lanas en hilos. Fue entonces que durante un sueño la misma mujer se le apareció y le dijo:

Te advertí Juana, no aprendiste a querer y a cuidar a tu madre, hoy te has convertido en la hilandera que te prometí, pero tu castigo no  terminará en la tierra, se prolongará  aún en la otra vida.  Juanita falleció después de haber trabajado en forma larga y penosa. Efectivamente los dioses cumplieron con el castigo, todavía puedes observar a Juana, sentada con su rueca en el astro plateado, hilando las nubes del firmamento, que a diario los dioses mandan llevar para que nunca descanse.

Nunca te olvides hijo, concluyó, que el mejor tiempo que empleamos los hombres en esta vida, es el que se regalamos a nuestros hijos cuando son pequeños y a los  padres cuando son ancianos.



                                    
  
                                                           ATARDECER SANLUISINO