viernes, 14 de agosto de 2015

EN LAS BODAS DE ORO DE NUESTRO COLEGIO.




LOS PELDAÑOS DE LA ESCALERA.

Con cariño para los estudiantes  del  Colegio C. F. Fitzcarrald, en aniversario.

Conversaba en los claustros de la universidad un veterano maestro con jóvenes estudiantes. Como siempre  se apartó del tema central,  para abordar por algunos minutos aspectos de la propia vida, tan importante como la temática del  currículo universitario. Reflexionaba  sobre la  importancia  de tener un proyecto de vida,  de poseer metas y la obligación de cumplirlas, de saber a dónde ir, de vislumbrar una vida con un mínimo plan. Propiciaba y motivaba para que cada uno de los estudiantes participe  en el diálogo y manifieste sus planes y expectativas para sus vidas.  Luego para dinamizar la reflexión preguntó: Queridos jóvenes, por un momento pensemos metafóricamente que la vida, nuestra existencia,  sea como una escalera a la que obligadamente debemos ascender. ¿Ustedes que creen, cuáles  son los peldaños más importantes de una escalera?

Los primeros,  dijo después de un momento,  un joven estudiante y prosiguió, porque es consecuencia de una profunda reflexión y una toma de decisiones bien pensada,  sobre lo que queremos emprender. Muchos grandes proyectos fracasaron antes de nacer,  porque no hubo el coraje y disposición  necesaria  de poner el pie sobre el primer peldaño.  Otras veces las dudas y los temores nos asaltan y aun con los deseos e ilusiones más grandes y nobles, no emprendemos nuestros sueños,  en otros casos, lo vamos postergando, cuando las etapas de la vida transcurren rápida e inexorablemente.

Los últimos,  dijo otra estudiante, enfatizando, porque a través de ellos alcanzamos las metas, muchas personas damos el primer paso y avanzamos poco, pero las vacilaciones, las adversidades y la falta de preparación no nos permiten alcanzar el sueño deseado. Otros  hombres  emprenden con mucho ímpetu el primer tramo de su proyecto, pero no saben remar contra la corriente, ahogándose en el esfuerzo de avanzar, otros tantos abandonan sus proyectos y son  pocos los que llegan hasta el último peldaño. Sin embargo para culminar el ascenso,  nuestras acciones deben estar guiadas por la inteligencia y la sensatez,   para que nuestros triunfos sean triunfos, y no verdaderas derrotas.

Los estudiantes se sumieron en espontáneos diálogos y en algunos casos en ruidosos debates, defendiendo las dos posiciones expuestas, argumentando desde diferentes perspectivas sus planteamientos, desde experiencia ajenas,  haciendo ejemplos en la vida de personas y personajes  que conocían. No obstante había un estudiante que no se involucraba en esta dinámica, hasta que el profesor le preguntó: Y tú hijo,  no has dicho nada, qué opinas al respecto, cuales son los peldaños más importantes de la escalera?

Maestro, repuso pausadamente el joven, creo que los peldaños más importantes son los que se encuentran entre los extremos. Se ha dicho que son los primeros,  pero muchos de los que iniciaron sus proyectos, no coronaron la cima y  no lograron sus anhelos. Se ha manifestado también que son los últimos, pero no  basta solo con alcanzar la cima, porque muchos no supieron disfrutar de las metas trazadas y del éxito alcanzado.  Los peldaños intermedios, son los que  esculpen el carácter y  la personalidad en los hombres, en  algunos  casos haciéndolos vanidosos  y  soberbios, en otros, por el contrario,  convirtiéndolos en solidarios y más humanos.  Estos peldaños son los de obligado tránsito, nadie ha llegado a la meta sin haber tenido que recorrer el trecho fundamental entre la partida y el arribo.

Al terminar la participación del estudiante, el maestro se acomodó sobre su sencilla butaca, diciendo:

Cuánta razón tiene cada uno de ustedes, cuanta sabiduría guardan sus palabras a pesar de sus cortas edades.  Como habrán observado, todos los peldaños son necesarios recorrerlos,  para llegar a la meta con la suficiente madurez e inteligencia.  Para muchos de ustedes los últimos peldaños serán los primeros, porque de ellos se afianzarán para seguir creciendo, solo que  el natural vértigo de las alturas,  la posesión del poder y el disfrute del éxito, pueden transformar a personas sencillas, deshumanizándolas haciéndolas  esclavos del placer y de lo suntuoso. Se han dado casos también,  que algunos alcanzaron la meta con mucho esfuerzo, aunque con dudas siguieron bregando, para descubrir finalmente que no era lo que anhelaron tanto. Los valientes prosiguieron en el trabajo de empezar de nuevo, los otros se abandonaron víctimas del cansancio, no volvieron a luchar por sus anhelos. Por eso siempre es necesario distinguir bien nuestras metas y sueños, diferenciar  antes de emprender el trabajo de iniciarlos.  Pero aun equivocándonos,  los errores y  los tropiezos fortalecen la experiencia y  la existencia misma, sirven  además,  de impulso para que nuestras vidas cambien y alcancemos lo que de verdad queremos ser.  Además, nunca se olviden que la grandeza de sus sueños, será del tamaño de la escalera que han imaginado.

Lograr el éxito es como alcanzar la cima de la montaña, te ha costado preparación, esfuerzo y sacrificio, pero cuando la coronas, las recompensas son increíbles, no se imaginan las  diferentes sensaciones de tranquilidad, satisfacción  y la  libertad que se ha alcanzado.

Debemos tener en cuenta también,  que muchos hombres asocian el éxito con el dinero, empero en mi larga existencia he conocido ricos muy pobres, porque solo tenían riqueza y he observado pobres muy ricos, que a pesar de su precariedad económica reunían dones y valores que le otorgaban grandeza. Finalmente el triunfo será trascendente,  en la medida que se  siga siendo altruistas. Si se ha alcanzado la victoria con esfuerzo y honestidad, servirá de paradigma a los que vienen después de nosotros,  pero definitivamente será mayor,  cuando se encuentre al servicio de los demás, en especial de los desposeídos, de los excluidos y de todos aquellos que necesitan la palabra de aliento, el abrazo del hermano y  el apoyo del amigo.      




2 comentarios:

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  2. Prof. Fredy, que grato leer su artículo, sobre todo cuando lo haces y recuerdas las excelentes clases que nos impartía a mis compañeros y a mí. ¡Cuánta nostalgia!

    Los peldaños de la vida; son importantes todos: Como inconscientemente decimos “Empecemos con el pie derecho”, luego hay que entregarle mucho sacrificio para llegar al éxito: 90% trabajo y 10% de talento dicen los expertos, con talento me refiero a todo lo adquirido en cada peldaño anterior, ahí debo mencionar lo importante que es el colegio nuestro segundo hogar:

    Sobre la nuestros amigos del colegio “Amauta Atusparia”, debo decir que aprendí de competitividad y respeto, desde mis inicios cuando me tocaba alentar desde la tribuna a mis compañeros quienes daban todo por ganar en los encuentros deportivos y académicos que tocara, luego cuando me tocó dar lo máximo desde la cancha; he sufrido con las derrotas y gozado con cada victoria y debo decir que lo importante no era ganar sino levantarse de la derrota y ser mejor cada día.

    El colegio Fitzcarrald me dio todo, me acogió en los mejores años de mi vida, me dio excelentes profesores y excelentes compañeros (todos una familia).

    Voy a concluir diciendo que uno debe disfrutar de cada escalón en la vida, la felicidad no es cumplir metas: la felicidad es gozar de lo que haces cada día para subir cada peldaño.

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