ENTRE CHACAS Y SAN
LUIS.
Dicen las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias.
Hasta la década del 80 Chacas y San Luis fueron dos distritos
importantes de la provincia de Huari. La lucha y el esfuerzo de sus hijos de
esas generaciones convirtieron a estos pueblos en dos flamantes provincias de
Ancash, para que posteriormente cada una de ellas bregara hacía del progreso de
la tierra natal. Es bien cierto, que Chacas hasta la década del 70 fue un
pueblo con mayor desarrollo que San Luis, visibilizada en diferentes
indicadores, pero es verdad también que con la apertura de la carretera de
Huari hacia nuestra localidad, luego ampliada a Pomabamba, Chacas y Yauya,
nuestro distrito se convierte en un pueblo céntrico y comercial, emparejando e
incluso aventajando a la hermana nueva provincia. Pero la presencia de los
voluntarios italianos en Chacas, estableciendo como centro de operaciones a
este lugar y la implementación de diferentes actividades económicas en Chacas, lograron
dinamizar la economía chacasina, cuyo despegue continúa hasta la actualidad.
Tuve la grata oportunidad de ser un observador afortunado de
la dinámica económica y social asuncena, al permanecer poco más de medio año en
la capital de dicha provincia. Llegamos a la capital de la provincia al
principio con desconfianza por los prejuicios que se han tejido irrealmente entre
sanluisinos y chacasinos, causando fricciones y enfrentándonos innecesariamente,
cuando en realidad son pueblos hermanos y se necesitan mutuamente. Algún
paisano decía, los destinos de Chacas y San Luis están unidos feliz o
desgraciadamente. Desde luego, sin compartir lo último de este comentario, en
esta parte de Conchukos, son los pueblos más cercanos que verdaderamente se
deben complementar y formar una mancomunidad viable, puesto que comparten características,
problemas y soluciones comunes.
Terminado el periodo de inseguridad en mi estadía, gracias a la generosa hospitalidad de colegas
maestros y ciudadanos chacasinos, desde
nuestro privilegiado lugar pudimos observar y valorar diversas bondades de esta
pujante provincia, que ha sabido fortalecer la identidad local, las buenas
costumbres y el pleno ejercicio ciudadano. Mientras en San Luis y en general
en la provincia Fitzcarrald, la honestidad, las tradiciones y la ciudadanía, las hemos ido corroyendo y destruyendo
guiados por la frivolidad, el egoísmo y la desmedida ambición.
Una primera muestra de la fuerte identidad chacasina, es su profunda religiosidad, la que se puede observar en las
diferentes fiestas del calendario religioso. Mantienen sus tradiciones de
manera impecable, la Semana Santa, el
Corpus Christi y la propia Fiesta Patronal,
denotan que se mantienen fuertes porque
la modernidad no las ha alterado, ni destruido, por el contrario las ha fortalecido. Por ejemplo la
fiesta de la Carrera a las Cintas, ha
incorporado nuevos elementos (caballos de paso)
que embellecen esta magnífica tradición. La concurrencia a las
celebraciones litúrgicas es masiva, mientras en nuestro pueblo, estas
actividades se hallan despobladas por excesivos e innecesarios festejos que se
han introducido en los últimos años solo por vanidad. Igualmente, en las tardes
taurinas, los suelos de Chacas, no se han teñido aun con sangre de animales
indefensos, al contrario en San Luis, por falsa presunción, se ha introducido el
sacrificio de “toros de casta” con toreros de dudosa procedencia, haciendo
sufrir innecesariamente a estos pobres animales.
Otra característica a resaltar de esta provincia es su
valioso ejercicio ciudadano, hemos podido apreciar que en la última campaña
electoral, los candidatos a los gobiernos locales, nunca ostentaron excesivos
gastos. Recorrieron la provincia, en tranquilidad sin caravanas, exponiendo sus
propuestas de trabajo. En San Luis, las campañas políticas se caracterizan por
gastos millonarios, obsequios, festines
y caravanas, todos ellos con dinero de origen desconocido, creando competencias
insanas y violentas, desnaturalizando
una genuina actividad democrática y vecinal. En esta línea de reflexión, han convertido
a nuestros conciudadanos en electores que no siguen consignas, no respaldan
propuestas, sino en verdaderos mercaderes y mercancías de los apetitos de los
que dicen ser políticos.
La inseguridad ciudadana, de igual modo, en San Luis, es un
problema que debe ser ya atacado frontalmente. Observamos violencia en las
calles, robos de diferente gravedad, hasta incluso secuestros y homicidios
irresueltos. Nuestra provincia vecina, todavía vive una relativa tranquilidad,
cualquier transeúnte, nativo o extraño, puede desplazarse en las calles de
chacas en cualquier hora del día y de la noche, sin correr ningún riesgo su
integridad. Así podríamos seguir señalando un conjunto de diferencias en la que
el pueblo vecino nos ha sacado amplia ventaja, que seguramente, si no tomamos
decisiones para reorientar la gestión del gobierno local principalmente,
seguirá aumentando.
La provincia de Asunción, parece tener una misión y
horizontes claros, una de sus actividades que está impulsando el pueblo
chacasino, es el turismo. La capital del distrito crece conservando su
arquitectura regional y ofreciendo buenos servicios al visitante. Los balcones
tallados, las calles empedradas, las pintorescas viviendas y la propia Plaza Mayor
le dan a Chacas una identidad propia, que desde luego va a propiciar un nutrido
turismo, como ya se está viendo en la actualidad. No nos olvidemos que la
provincia de Asunción, nos lleva ventaja en relación a indicadores de
desarrollo, posee mejores logros de aprendizaje y calidad educativa, demostrada en la Evaluación Censal de Estudiantes
(en el año 2015, poseen el primer lugar
a nivel regional en matemática), igualmente los índices de pobreza son menores
que en nuestra provincia.
Siendo honestos y justos, aun como sanluisinos y nos duela
reconocer, Chacas es un ejemplo a seguir, ojalá las nuevas generaciones de chacasinos
continúen la obra pionera de los que hicieron de Chacas un pueblo acogedor,
progresista y con una fuerte identidad local.
San Luis, marzo del 2016
P.D. Seguramente este artículo disgustará a muchos paisanos,
asumo el riesgo de la crítica, pero conservo la seguridad de que los cerebros
más o menos educados, entenderán nuestra reflexión.