Estimados
amigos y paisanos:
Este
documento es seguramente en el Perú, uno de los primeros manifiestos campesinos
de declaración de libertades, en contra la feudalidad aun persistente. Fue
enviada en setiembre de 1873 al presidente Manuel Pardo, liberal por
excelencia, aunque nunca fue escuchado. Los amigos de Uchusquillo y anexos,
permanecieron en este infausto régimen hasta 1969. Sin embargo es un testimonio
realmente hermoso de defensa de los derechos humanos, un antecedente ejemplar de la lucha por la
dignidad humana y la justicia, lanzada desde una comunidad tan pequeña como
Uchusquillo, debe servir de reflexión cada 25 de setiembre por lo menos en
nuestra provincia.
LOS INDÍGENAS DE LA HACIENDA UCHUSQUILLO A LAS DEMÁS HACIENDAS DEL PERÚ
QUE AUN SE HALLAN EN VERGONZOSA
SERVIDUMBRE*
HERMANOS:
El momento solemne que nuestros derechos
hollados por tanto tiempo, deben ser reinvindicados se ha anunciado, en el día
en que deben devolvernos nuestras garantías ultrajadas por la ambición de los
que están habituados a lucrar con la violación de ellas, debéis apresurarla.
Pidamos justicia a la ley, al Jefe de nuestra República, hombre de rectas
intenciones y corazón liberal, que nos saque del estado vergonzoso en que nos
hallamos, vergonzoso, si, no sólo para nosotros que lo experimentamos, sino
mucho más para un país libre como lo es, el nuestro: en un país que se halla
vivificado por la luz del progreso, por la libertad. La existencia de la
esclavitud es un sarcasmo, verdad es que no llevamos el infame título de
esclavos, sino yanaconas, pero ¿Diferénciase nuestra situación de la de un
esclavo? ¿A un hombre libre puede sometérsele en un país, libre, a la condición
en que nos hallamos?..... Escándalo, infamia, es esto, y sin embargo lo hemos
tolerado, todos los gobiernos lo han conocido y no nos han protegido. Debemos
tolerarlo por más tiempo, cuando hallamos en un gobierno liberal, protección a
nuestros derechos? No.
Aprovechemos de la paz para quedar en nuestra
condición de hombres, puesto que pacíficamente podemos recuperarla, dejemos la
fuerza para los que no tienen la justicia, nosotros valgámonos de ésta, no
tenemos necesidad de aquella, cuando una resolución que en vez de condenar a
una parte de nosotros a la servidumbre, como lo hubiera hecho cualesquiera de
los gobiernos anteriores, les da por el contrario el goce de sus derechos. Si esta
pequeña parte, que somos los de Uchusquillo, nos vemos hoy amparados por una
justa resolución, digna del hombre que rige nuestro país: A él le debemos la
restauración de nuestras garantías, por él no seremos en lo sucesivo los parias
del Perú, él nos ha restituido la libertad, nosotros le consagraremos nuestra
existencia”
La Bárbara conquista española nos redujo al
despotismo, la heróica independencia creyó volvernos la libertad. “Váis a
completar la obra más grande que el cielo ha encargado a los hombres, la de
salvar a un mundo entero de la esclavitud”. Se dijo a nuestros guerreros, más
aunque se consumó la independencia la fuerza y la ambición de un hombre, sacaron a muchos de nosotros de la dura
condición en que quedáramos, más
aquellos por quienes pagaban el tributo los que supieron engañarles, quedaron
en una condición peor, y para salir de ella no hemos necesitado los que
llamamos nuestra atención, de ninguna violencia, vosotros tampoco necesitáis
del empleo de la fuerza para sacudir vuestra servidumbre, hay un hombre justo
que os hará justicia si lo solicitáis.
Despertad hermanos, salid de vuestro letargo,
aprovechad de la justa resolución que nos ha favorecido la providencia, una
parte de vuestros compatriotas gozan hoy de sus garantías, es preciso que
vosotros también gocéis de ellas, se ha presentado una pequeña luz para
alumbrarnos, no lo despreciéis, acudid al hombre que puede salvaros, pedid
justicia para vosotros que no os será negada.
Una parte de vosotros quisisteis recuperar
vuestras garantías y la de vuestros hermanos
por medio de la fuerza y no la conseguistéis, hoy se nos presenta el
mejor camino, el de la ley, hoy no es menester que se derrame sangre, sólo se
necesita que pidáis justicia, que se haga extensiva a vosotros la resolución
que nos ha favorecido, todos hemos sufrido
los vejámenes de esos hombres que se han llamado vuestros patrones,
todos hemos estado sujetos a su voluntad, es indispensable que entremos juntos
a una nueva vida, no hay porqué a nosotros se nos quite el yugo y vosotros
sigáis sufriéndolo. Seguid vuestro
consejo y se coronará la obra que hemos iniciado y que es reclamada igualdad,
por el derecho y la justicia, desde mucho tiempo atrás.
Uchusquillo,
setiembre 25 de 1873.
Los alcaldes de Uchusquillo a nombre de las tres Comunidades
(Uchusquillo, Arhuay y Aurinja).
*ALBA HERRERA, Augusto. El Movimiento
Campesino de Uchusquillo. Revista “queymi”. INC 1987.