PUENTE PUKAYAKU

Cruza el río Yanamayo y es parte del camino inka.

LAGUNA DE PEROLKOCHA

Difícil de llegar pero vale la pena.

PIRUSHTU DE KONDOR

Centinela de San Luis, sobre Roqruwarka

FLOR DE SHAQAPA

Orquidea andina, que crece sobre los 4000 m.s.n.m.

MONOLITO CON LA FIGURA DE JAGUAR

Encontrado en centro poblado de canchabamba.

martes, 13 de septiembre de 2022

LAS SEMILLAS

 


LAS SEMILLAS

 

……..Creyeron que te

        Enterraban

        Y lo que hacían

        Era enterrar una semilla

 

                                Ernesto Cardenal

 


                                                             HACHA PUSHKU - PAHURU


Conocí hace algunos años, a la ex congresista cusqueña Hilaria Supa Huaman, Representante Andina,  en una visita que hizo a un proyecto educativo en el Callejón de Huaylas.  A la hora del almuerzo arribamos a un restaurant campestre ornado con productos agrícolas, entre ellas una colorida y hermosa  wayunka (1) de la que la parlamentaria no sacaba sus ojos. Hasta que solicitó que la obsequiaran esa joyita del gran cereal andino. Ya en sus manos, lo guardó bajo su lliclla (2), con cariño, como si se tratara de  una criatura o un objeto muy valioso y sentenció: Las semillas son viajeras!

En ese momento no tomé la importancia de aquella sencilla,  pero interesante frase. Muchos años después,  esa expresión sigue rondando en mi pensamiento y, cuánta razón tenía la señora Supa, en el marco de su sabiduría y cosmovisión andina.

Sí,  las semillas son viajeras por excelencia. La forma menos natural es  la que trasladamos los hombres en la necesidad de sembrar y renovar los vegetales para obtener una mejor productividad. El hombre ha esparcido las semillas en todo el planeta azul, para lograr plantas de distintas procedencias invadiendo cada espacio útil,  para su reproducción garantizando  una alimentación segura y la sobrevivencia de las especies. Indistintamente,  plantas de distintos y lejanos continentes han poblado otros muy lejanos.

Pero lo más sorprendente es como se transportan las semillas por sí mismas. Recurren  a diversas estrategias muy genuinas, para viajar largas longitudes. Una primera forma por ejemplo es adherirse como lapas, a los tejidos, a los pelajes de diversos animales, a las plumas de las aves, a la piel de seres humanos y aún a diversos objetos, para luego desprenderse y caer en el suelo para traer de nuevo la vida. (3)

Otra estrategia de viajar es introduciéndose, hundiéndose en las ropas de los hombres y los pelajes de los animales (4). Un mecanismo más de traslado es dejar llevarse por el viento, para ello han desarrollado diminutos estambres, una especie de alas que les permite recorrer grandes distancias para hundirse en la tierra y luego renovarse. (5)

Igualmente muchas de ellas  son transportadas por el agua. Las acequias, los ríos y las corrientes marinas  las que la  han dispersado en grandes distancias. Es uno de los mecanismos más  efectivos de viaje y difusión en latitudes mayores. Muchas islas en  el planeta, están pobladas por vegetación de lejana procedencia.

También se diseminan  mediante la explosión, es decir cuando las vainas secan, revientan y arrojan sus guisantes a algunos metros a su alrededor. (6)

Mientras otras viajan como ingesta de los animales. Las aves  y los mamíferos, las  llevan en sus aparatos digestivos,  son arrojadas y esparcidas a grandes distancias, por ejemplo,  el caso más efectivo son los que desarrollan las migraciones de distintos animales, o en nuestro caso, el viaje de  las bestias de carga, que trasladaban  distintas mercancías para su comercialización. (7)

Aún hay formas muy extrañas de propagación, como aquellas plantas rodadoras, cuyos tallos al secarse son arrancadas por el viento, luego toman una forma esférica y ruedan esparciendo sus pepitas durante todo el viaje. (8)

Tampoco podemos dejar de reflexionar sobre la insustituible importancia de las simientes en la existencia de los hombres y de los animales. Son en verdad los generadores de todos los alimentos que consumimos. Otra gran cualidad de la semilla,  es su durabilidad, es decir su permanencia útil en el tiempo.  Se han encontrado estos valiosos elementos vitales, en  depósitos con cientos de años o incluso algunos milenios de antigüedad. No obstante ya introducido en la madre tierra, han sido capaces de germinar y crear la vida de nuevo, aun en los casos de plantas que se habían extinguido. Es increíble, naturaleza no deja de asombrarnos. El orden, la armonía, la perfección, la belleza, que los seres vivos más inteligentes lo estamos destruyendo, sin el menor remordimiento.    

(1     (1)   La wayunka es un par de maíces  atadas  por las hojuelas que los cubre. Este par debe ser del                    mismo color, tamaño y calidad. Se amarra para colgarlos y asegurar su conservación.

(2     (2)   La Lliclla es una pequeña manta femenina andina que cubre ligeramente la espalda y parte del                 costado. Da abrigo a estas partes de la mujer.

(       (3)      En el ande, por ejemplo una de ellas es la taña taña.

(4     (4)     Igualmente, el shillku o amor seco.

(5     (5)   La planta llamada Wira kasha y otras numerosas plantas tienes esta forma de traslado.

(6     (6) En general son las menestras, en especial el frejol andino.

(       (7)    El kikuyo, pikuyo, pikuya, pikullo, llamado así en el Callejón de Conchukos, es una gramínea                  relativamente reciente, sin embargo ya es parte de la vegetación de grandes áreas de terreno,                   diseminado por las bestias de carga de los extinguidos  arrieros.

        (8)    Por ejemplo, las estepicursoras.

 


viernes, 9 de septiembre de 2022

LA INSÍPIDA Y FRÍVOLA NOBLEZA

 

LA INSÍPIDA Y  FRÍVOLA NOBLEZA

(A propósito de la muerte de Isabel de Inglaterra)

 

Hace algunas centurias, o inclusive milenios, algunos grupos de hombres con mayor posesión de medios de producción y dueños de algunos conocimientos básicos  inventaron una  infame estigma que se mantiene hasta hoy, hacer creer que unos hombres son superiores y hasta se llamaron hijos de dios. Para los tiempos de su invención, seguramente  engañar tan burdamente era  fácil,  a gentes que vivían  en la más completa orfandad  cognoscitiva e intelectual. Lo curioso es que en los tiempos de la post modernidad, en la era del conocimiento y de la información, muchos hombres siguen creyendo en la nobleza, hasta les rinden pleitesía, a este grupo de “seres privilegiados”.

Es cierto que casi todas las sociedades o culturas arcaicas desarrollaron la idea de nobleza, estableciendo regímenes despóticos y absolutamente desigualitarios, reservándose grandes privilegios a costa de la miseria de los súbditos. Afortunadamente estos sistemas desaparecieron en diferentes regiones del planeta, gracias  a la acción de movimientos antimonárquicos. Empero estas luchas costaron violencia, prisión, sangre y muerte para aquellos que osaron cuestionar la legitimidad de los “descendientes de los dioses”.

En cierta forma son los inventores del racismo, de toda discriminación y otros complejos de superioridad que hasta hoy perduran. Dueños de las peores actitudes y conductas que un ser humano podría tener. De paso fueron los creadores de los gobiernos vitalicios. La sucesión y la herencia en el gobierno y el poder han sido parte de esa parafernalia que construyeron para beneficiarse indefinidamente.

Desarrollaron guerras en el afán de mantener sus dominios, sus riquezas y la “grandeza de sus naciones”.  Alentaron alianzas  contra natura o enemistades  enfermizas,  desatando feroces guerras y enfrentamientos durante años y décadas. Naturalmente los costos de la violencia y la conflagración lo padecieron (como ahora también) los pobres e indefensos. Estos mismos siervos mantenían con el pago de sus impuestos coercitivo a esa clase social parásita e indolente.

Dueños de inmensas cantidades de tierras, en donde los pobres campesinos no vivian, sino sobrevivían, hundidos en la pobreza y la ignorancia. Habitaban rodeados de numerosos  criados en sus lujosos palacios, en donde disponían  aun de las vidas de sus sirvientes. Vivian a espaldas  lo que pasaba en sus alrededores en la más completa indiferencia y frivolidad. En la actualidad aún mantienen grandes riquezas,  comodidades y libertades y son considerados como iconos que representan a sus países. Muchas de aquellas monarquías,  son solventadas desde los bolsillos de sus “compatriotas” plebeyos pobres.

Pero no solo son estas atrocidades. Fueron los heraldos de la muerte al invadir naciones y continentes “salvajes” para llevar la religión cristiana y la civilización. En este cruel afán, cometieron genocidios espantosos como la monarquía española y la británica, tanto en  América del Norte como en el Sur, borrando del mapa planetario a culturas que amaban y respetaban la tierra y sus elementos,  como los indios norteamericanos. Pero la ferocidad no se detiene ahí. La lucha por los recursos naturales extraídas de la colonias fue bestial, esquilmaron recursos de diferente tipo, enrareciendo el ambiente, causando irreparables daños a la flora y fauna local, para luego devolver las materias primas convertidos en manufacturas, decuplicando sus precios  con la obligación de adquirirlos.



Lo que los imperios europeos promovieron en  Asia y África, es para no imaginarlo. De este último continente capturaron  millones de negros y negras para someterlos a la esclavitud y venderlos en diferentes partes del mundo. Negociaron  y trataron  con ellos como si fueran animales, expuestos a las más grandes humillaciones y torturas. En Asia de igual manera,  traficaron con el opio para embrutecer y someter a poblaciones.  Toda esta historia no debe ser soslayada y tratar a los descendientes de estos malhechores como si fueran efectivamente,  herederos de los dioses.

Sus matrimonios se reservaban a un círculo pequeño, en donde parecía ser más que un acto de amor, una alianza fríamente pensada para el  aumento de sus riquezas y  sus dominios, mayoritariamente las razones fueron de pura  conveniencia. No obstante estas bodas se producían entre parientes inmediatos, causando la degeneración de sus descendientes, por mezclar sangres de familias cercanas. Padecían sus hijos diferentes retardos tanto físico como intelectuales. En algunos casos fue motivo de la desaparición de “dinastías reales” completas.

El ocio y la vagancia, la vida licenciosa, los pocos escrúpulos, los escándalos de corrupción y  la ambición insaciable caracterizan a la reconocida nobleza.  Ha muerto una de las herederas de ese infausto sistema político económico que debería concluir ya. La desaparición de la “reina”  no puede ser enaltecida,  si se toma en cuenta la inmensa deuda  que conservan con la tierra, con los seres humanos y el propio Dios.

Hoy los grandes medios de comunicación del mundo magnifican su muerte, incluso los raquíticos como los nuestros. Para la memoria de los hombres amarillos y negros,  para la conciencia de los pueblos y culturas destrozadas y desaparecidas por las invasiones monárquicas, la desaparición de la señora Isabel de Inglaterra, significa poco, diría casi nada.