PUENTE PUKAYAKU

Cruza el río Yanamayo y es parte del camino inka.

LAGUNA DE PEROLKOCHA

Difícil de llegar pero vale la pena.

PIRUSHTU DE KONDOR

Centinela de San Luis, sobre Roqruwarka

FLOR DE SHAQAPA

Orquidea andina, que crece sobre los 4000 m.s.n.m.

MONOLITO CON LA FIGURA DE JAGUAR

Encontrado en centro poblado de canchabamba.

martes, 19 de septiembre de 2023



 

EL PUENTE SUTEP


Seguramente, la historia de este puentecito sobre el rio Chacapata, no tendría mayor importancia, sino hubiera tomado el nombre del sindicato combativo de maestros de la década del setenta. Por cierto, el gremio estaba conformado por grandes maestros, en el sentido más lato de la palabra. 

Corría el primer quinquenio de la década referida, cuando la Compañía Suministro de Equipos, Contratistas Generales, inició la construcción de la carretera hacia la provincia de Mariscal Luzuriaga, debiendo cruzar en algún momento nuestro río Chacapata. Efectivamente en el paraje Waankallu planificaron edificar un puente, que por razones de la topografía debió tomar una forma curva, a diferencia de los puentes rectos que nos tenían acostumbrados. En su culminación fue una obra muy hermosa, estéticamente hablando, pero también con una gran estructura, que a la fecha tiene una antigüedad de casi medio siglo y, aun en medio del abandono y la falta de mantenimiento, se mantiene erguida. Muchos puentes modernos no llegaron a cumplir un solo lustro.  “No se cayó, se desplomó” sentenció un famoso Alcalde de Lima queriendo justificar la ineptitud de sus ingenieros en la construcción de un puente limeño que había colapsado.

Puente San Luis, fue el nombre primigenio de esta magnífica obra. Empero, en el año 1978, en plena dictadura militar de la segunda fase, se inició una de las huelgas magisteriales más grandes y significativas de la historia sindical, protagonizada por maestros que luchaban por sus derechos profesionales. La lucha fue larga, tediosa y hasta penosa, con la detención y castigo de numerosos profesores. En esta brega, los maestros fueron desplazándose a diferentes instituciones educativas para exhortar a los colegas que aún no enarbolaban las banderes gremiales, o para animar a aquellos que no se sumaban a las protestas y manifestaciones masivas.

Añadieron también a la lucha, inscriciones de arenga en las paredes y superficies aprovechables. En una de esas visitas al famoso “Cono Norte”, en donde se concentraba una notable cifra de Instituciones Educativas y docentes, (entre Pomallucay y Rosas Tayapampa), se valieron para escribir con tinta negra el nombre de Puente SUTEP en aquella infraestructura que conduce a los pueblos hermanos de Llumpa y Piscobamba. 

Las autoridades locales básicamente acciopopulistas, pepecistas y simpatizantes de la dictadura de turno, despotricaron contra el terrible “atentado”, pero no tuvieron la precaución de borrar la reciente inscripción. El transcurso de algunas semanas y meses, permitió que el acrónimo magisterial se quedara en la memoria colectiva, conociéndose con el nombre de Puente SUTEP hasta el día de hoy. Seguramente es una de las pocas infraestructuras públicas que ostenta este nombre en el país, no obstante, recuerda a un puñado de maestros de verdad, quienes enarbolaron luchas colectivas y gremiales, a diferencia de los actuales dirigentes oportunistas y enquistados, que solo velan por su bienestar y beneficio personal.