
HISTORIA DE TORTUGAS Y
LEONES
La Plaza de Armas de mi querido pueblo
hasta el primer quinquenio del 70 era una bonita explanada. Sin rejas, jardines y flores, se hallaba invadida enteramente por una rústica grama que
reverdecía en la época de las lluvias y languidecía en el estío. Estaba resguardada por una media docena de centenarios
fresnos, de los que hoy quedan solo cuatro,
a causa de la insensatez de...