miércoles, 1 de agosto de 2018

PROSAS ESCUETAS





PROSAS ESCUETAS I

LA CASA PATERNA

Cuál es la verdadera casa de un hombre? La que ha construido con esfuerzo o aquella en donde creció y pasó los primeros años de su vida? Seguramente la respuesta es muy dividida. Muchos responderán con seguridad que es aquella a la que dedicó años de esfuerzo, trabajando de sol a sol, hasta que un día diga, he concluido, he coronado mi sacrificio. Aunque en verdad nunca se termina de construir una vivienda, menos un hogar.   La otra obligada respuesta, será sin lugar a dudas que mi casa, mi hogar es el lugar en donde crecí, en donde descubrí la vida y todas esas maravillosas experiencias que me hizo un ser humano, ese lugar que nunca borraré de la memoria y que siempre ansiaré regresar. La casa paterna encierra un conjunto de vivencias que nos recuerda nuestra pertenencia y raíz. Tomando posición en esta reflexión diría, que el hogar paterno es nuestra verdadera casa, porque la que construimos pertenece a nuestros hijos.

IDENTIDAD PERUANA

Los peruanos cuando viajamos por otros países y nos quedamos un tiempo por esas lejanías, olvidamos pronto nuestra patria. Adoptamos rápidamente diferentes costumbres y hábitos ajenos y sentimos orgullo haciendo ostentación del nuevo modo de vida que poseemos. Este cambio se nota mucho más nuestra en la comunicación verbal, nos apropiamos rápidamente de las formas de hablar de nuestros anfitriones y aun cuando regresamos a casa alardeamos de nuestra significativa transformación. Pero esta característica no es propia de los peruanos que salen fuera del país, sucede también con aquellos provincianos que por diferentes motivos dejan su tierra natal, niegan su lengua, su música y hasta muchas veces se avergüenzan de sus propias raíces familiares. Asumir esa conducta no es otra cosa que la manifestación de una débil identidad, un complejo de inferioridad de nuestra cultura respecto a la que aprendemos y asimilamos. Pero muy por el contrario los extranjeros que llegan a nuestros país por diferentes motivos y permanecen un tiempo o incluso décadas, aun utilizan sus “modos de hablar”, su música y se sienten orgullosos de haber nacido en ese lugar, en donde por primera vez vieron el mundo.


LOS CRISTIANOS DE HOY.

Una mañana muy temprano, en la radio local, un pastor de una iglesia evangélica pregonaba lo siguiente: Dios ha permitido que Trump haya llegado a la presidencia de los Estados Unidos, para expulsar del poder a los defensores del anticristo Obama* y pregonaba otras sandeces. Es curioso, un hombre andino y seguramente pobre, defendía a Trump, a un conservador,  déspota insensible y manifiesto xenófobo.

Efectivamente, muchos grupos cristianos conservadores, que conforman el partido republicano han logrado que Trump, llegue a la presidencia del país más poderoso del planeta. Eso no importa, el problema que esos mismos grupos cristianos están infectando muchos pueblos y naciones con su doctrina y fe, logrando penetrar en las mentes de masas humanas muy pobres o con escasa educación, como en nuestros andes y la Amazonía por ejemplo. Estos sectores vulnerables son engañados y posteriormente fanatizados. Por eso con toda libertad pueden expresar incoherencias con absoluta ignorancia, sin distinguir ni sus propios intereses.
 
Lo curioso es que el cristianismo en sus inicios trajo un mensaje de justicia, de paz y de defensa de los desposeídos, por eso los cristianos fueron perseguidos ferozmente como una secta que amenazaba el sistema social y económico establecido. Dos milenios después, el cristianismo se ha convertido en un escudo de los sectores más conservadores y reaccionarios de la sociedad, para defender las ideas más absurdas, las propuestas más inhumanas y sirve de medio para una fuerte defensa de un sistema tan injusto y desigual como aquel que en sus orígenes fustigó.

*Señalaba que las letras del nombre de Barak Obama, sumaban 18, dividido entre tres resulta seis, sumado tres veces seis da 18, el número de la bestia.

EL MUNDO DA VUELTAS?

Desde el descubrimiento de América se hizo sistemática el proceso de colonización del mundo por las potencias europeas. En el caso de América Hispana, los colonizadores, impulsaron sociedades semifeudales, en donde el conquistador, el colonizador o el invasor, sometió a la población nativa a la servidumbre y a los africanos a la esclavitud. Esto   se hizo mucho más brutal en la segunda mitad del siglo XIX, (reparto colonial del mundo) para explotar las materias primas y al mismo tiempo asegurar los mercados para sus manufacturas. 

La colonización del mundo en cierta forma financió el desarrollo de las metrópolis. Europa occidental principalmente avanzó gracias al atraso de América Hispana, África y Asia.  Paradójicamente tiempo después, los descendientes de los colonizados han invadido aquellos países desarrollados, en busca de mejores oportunidades de vida, pero a ejercer labores que los otros habitantes no quieren desarrollar. Los inmigrantes siguen cumpliendo oficios menores que se parecen a aquellas labores que sus ancestros desempeñaron. Lo peor que en muchos casos padecen de maltrato, xenofobia y racismo. La invasión a estas tierras lo hicieron a base de sangre y fuego para hacerse amos y señores, nuestra invasión es pacífica, pero siglos después la humillación continua.



TAPU TAPU, DIMINUTA FLOR ANDINA




EL COMERCIO, LA ACTIVIDAD ECONÓMICA MÁS DISCUTIDA.

No soy el primero en decirlo, que el comercio es la actividad más indigna de la especie humana. Pues no produce absolutamente nada, solo se dedica a comprar y vender los productos, expenden los bienes, las mercancías que otros producen. Es una actividad económica casi parasitaria, se alimenta, sobrevive del trabajo de los otros. Claro que se puede afirmar que sin esta actividad económica tampoco existiría una dinámica económica y la producción se paralizaría, efectivamente no se puede discutir en este sentido. El problema es que se hace indigno, cuando el comerciante lucra con el productor, sobre todo con el pequeño, cuando compra minimiza y menosprecia, luego al venderlo posteriormente obtiene la mejor ganancia posible. El comerciante es el sujeto de este proceso que más ganancias obtiene finalmente. No tienen el mínimo escrúpulo en duplicar, triplicar del precio del producto. El comerciante ha inventado estrategias para disminuir el peso, maquillar el producto vencido y mintiendo sistemáticamente, tampoco tiene reparos en “vender gato por liebre”. Acapara y especula con el mismo propósito.  Pareciera que es una de las actividades más ruines que el hombre ha creado, con el propósito de enriquecerse con el trabajo ajeno.


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