PUENTE PUKAYAKU

Cruza el río Yanamayo y es parte del camino inka.

LAGUNA DE PEROLKOCHA

Difícil de llegar pero vale la pena.

PIRUSHTU DE KONDOR

Centinela de San Luis, sobre Roqruwarka

FLOR DE SHAQAPA

Orquidea andina, que crece sobre los 4000 m.s.n.m.

MONOLITO CON LA FIGURA DE JAGUAR

Encontrado en centro poblado de canchabamba.

martes, 12 de junio de 2018

TRIGESIMO QUINTO ANIVERSARIO



DE AMORES Y DESAMORES POR MI PROVINCIA
(A PROPOSITO DEL ANIVERSARIO)

Un respetable veterano, familiar y camarada de mi padre, pariente y amigo mío también, decía: Solamente los que al nacer aspiran el aroma de su hogar, respiran el aire de su entorno, son los que aman verdaderamente al pueblo en que nacieron.  Añadía luego, solo aquellos que abren los ojos en el inicio de la vida y miran asombrados su entorno, aun sin entenderlo, establecen un vínculo de cariño indisoluble y para toda la vida. El hogar, la familia y el pueblo, formarán aquella sólida alianza que constituirán las raíces en donde crecerá y se fortalecerá ese bien llamado sentimiento, amor por tu gente y por tu tierra.

Como hombres de otra generación, quizás estuvieron equivocados. Aquellos curtidos ciudadanos seguramente eran amantes extremos de su pueblo, aun patrioteros, pero desde su visión, desde su tiempo, tal vez tenían sus propias certezas. Poseían sus cimentados saberes sustentados en sus razones y sus querencias. Hoy que ya no están, pero quedaron sus sentimientos desinteresados de amor por su tierra, pues hicieron constar que existía coherencia entre los dichos y los hechos, como rara vez sucede en el este pueblo y en este país. 

Por eso extrañamos, echamos de menos a aquellos sencillos ciudadanos de esas generaciones, cuyas frases dejaron el mensaje que todavía resuenan y nos lleva a esta obligada reflexión.

Nuestra provincia, ha cumplido en este mes de junio 35 años de creación. Es todavía joven y fresca. Los festejos han sido bullangueros, rimbombantes, costosos, innecesariamente largos, como para hacer entender que en esta tierra, todo está bien. Seguramente un extraño diría que en este lugar todo marcha viento en popa y vale la pena celebrar este acontecimiento de esa manera. 

Sin embargo los que conocemos y queremos de verdad esta tierra, tenemos la obligación de señalar que las cosas no son como las pintan, menos como las quieren aparentar.  San Luís, mi querido distrito, tierra de mis ancestros,   tiene problemas realmente serios y graves agudizados principalmente en las dos últimas décadas. Posee la salud de una persona de la tercera edad,  la integridad física de un discapacitado,  la moral en retirada, los sueños rotos, las esperanzas casi derrotadas. Todo este tiempo a la deriva, sin dirección, hundida en la corrupción, con la educación agonizante, la pobreza creciente, las cifras de la desnutrición y anemia infantil que bordean la mitad de esta población. Los gobernantes sin planes y visión, gestionando para la forma, abandonando el fondo, promoviendo la mediocridad para desaparecer la inteligencia.

En este aniversario hay un rosario de las acciones y omisiones de nuestras autoridades que vale la pena recordar. Lastimosamente enfatizar el mal proceder y actuar, resaltar las omisiones no causa satisfacción, pero no queda otro camino cuando las muy pocas buenas acciones desaparecen a la sombra de las malas.  Nos encantaría ensalzar las buenas obras, felicitar las buenas intenciones, la eficiente gestión, pero estamos muy lejos de lograrlo y penosamente tenemos que subrayar lo contrario. En esta línea de reflexión, vamos a señalar un rosario de responsabilidades que de alguna manera dibujan las características de nuestras autoridades y nos permita entender el perjuicio que causa a la población y al desarrollo provincial: 

ü El silencio irresponsable de dos alcaldes provinciales ante la empresa Odebrecht que no concluyó el trecho de dos kilómetros para arribar a nuestro pueblo, quedando una trocha intransitable para vergüenza nuestra.
ü Un alcalde en su campaña de reelección andaba repartiendo dádivas con dinero de procedencia desconocida, olvidándose de sus deberes, mientras un candidato mandaba arreglar un trecho deteriorado de la pista (la falla geológica en Colcabamba) para que puedan transitar los vehículos ahí detenidos. Solo en mi provincia puede suceder esto.
ü Los tres últimos alcaldes han invertido más de un millón y medio de soles en la agónica laguna de Huachucococha, pretendiendo irrigar vastas y lejanas tierras con este recurso que se está agotando y cuando la topografía de la zona lo impide. El problema de la laguna no se ha aliviado, pero seguramente haya curado los apuros económicos de las autoridades o de sus allegados.
ü Un alcalde ha invertido más de medio millón de soles para mejorar el agua potable de la capital de la provincia, cuando no ha mejorado ni en calidad ni en cantidad el servicio.
ü Los alcaldes y sus ingenieros presupuestan aproximadamente doscientos mil soles por una loza deportiva, cuando no cuesta más que cien mil soles.  O igualmente presupuestan seiscientos mil soles para obras de agua y desagüe en pequeñas comunidades y no cuestan más que la mitad. El negocio es “redondo”
ü La energía eléctrica se encuentra en estado terminal, hace tiempo que la demanda ha excedido la capacidad de suministro de la empresa, no obstante no gestionan otro servicio aun cuando los cables de esa empresa pasan por ahí, cerca, frente a nosotros, en nuestras narices.
ü La provincia requiere la creación de por lo menos un distrito. Existen Centros Poblados que merecen esta categoría hace buen tiempo. Sin embargo a ningún alcalde se le ha ocurrido esta gestión. Uno de ellos era cercano al Presidente de la Republica, a Ministros y a Congresistas, quizás le faltó visión o tal vez inteligencia. La provincia de Carhuaz, tiene 804 km² y once distritos, Fitzcarrald, 624 km² y tres distritos.
ü Los residuos sólidos no son tratados mínimamente y van esparciéndose por la ciudad y el campo contaminando irremediablemente la naturaleza. Los desagües discurren libremente y a campo abierto, sin conmover a los que dicen dirigir este pueblo.  
ü Actualmente se está invirtiendo más de cinco millones de soles en la construcción de pistas y veredas, pero curiosamente no van a tocar las instalaciones de agua y desagüe construidos hace cuarenta años. Sí, por fuera flores, por dentro temblores, teniendo en cuenta las fallas geológicas que atraviesa San Luís.

Lo que señalamos no son muestras de amor a este pueblo, es un completo y frío desamor.  Pero es apenas una muestra del universo de sandeces, de bribonadas, de bellaquerías que nuestras autoridades cometen. Quizás nuestros ascendientes tenían razón. Tal vez porque los últimos alcaldes no fueron sanluisinos, o siendo paisanos crecieron en otro lugar, de ahí que nunca existió un cordón umbilical que los atara a esta tierra, que jamás creció esa fuerza telúrica de identificación, de involucramiento y de ningún modo desarrollaron verdaderos sentimientos de amor hacia el lugar que los vio nacer.

El hombre y la tierra, constituyen un binomio que vienen unidos indisolublemente desde miles de años. El ser humano y el pueblo guardan una relación directa e íntima al bien y al mal. Cuando los hombres hacen las cosas bien, los pueblos irán de igual manera, o al revés. En esto consiste y se resume la historia de las naciones, unas despegaron al desarrollo, a la civilidad, mientras las otras aún permanecen en el fango de la pobreza y de la ignominia. No nos olvidemos que la tierra, el pueblo, es lo que hacen sus hijos de él.

Quizás en esta última percepción, quien escribe el artículo también esté equivocado, víctima de ese arcaico chauvinismo.

       

                                             SELECCION DE FUTBOL DE SAN LUIS (1960) 

    PARADOS:  AUGUSTO BARRERA VIDAL, JUAN CORDOVA ESPINOZA, ANTERO       ALVARADO AGUIRRE, DANILO BARRERA VIDAL, POMPEYO WELSH GIRALDO, LUIS  VILLAVICENCIO VAEZ, RAYMUNDO VIDAL AGÜERO, FRANCISCO RAMIREZ   FIGUEROA.  
       HINCADOS: LUIS JIMENO CORDS, ROBERTO VAEZ BLAS, FERNADO WELSH GIRALDO.

TEMAS DE EDUCACIÓN



DEL AUTORISTARISMO PEDAGÓGICO AL DESBORDE ESCOLAR

Hasta aproximadamente medio siglo, en materia educativa y específicamente pedagógica se siguió trabajando con una metodología tradicional. El mundo había revolucionado en todas las esferas de la ciencia, la tecnología, el arte y toda manifestación de la vida humana. Las sociedades se habían transformado y evolucionado tanto, que sería difícil entender las características que poseían hace un siglo por ejemplo los sistemas de comunicación. No obstante en educación, se seguía laborando y aun se continúa con viejos métodos que no favorecen el logro pleno de los aprendizajes.

El trabajo en aula se caracterizó por un excesivo protagonismo docente, quien imprimía una fuerte huella en el desarrollo de las sesiones de aprendizaje. La labor del profesor era básicamente discursiva, activa, mientras y por el contrario los estudiantes mantenían una activad de escucha pasiva. Se privilegiaba al aprendizaje por memorismo, el almacenamiento de datos e información era prioritaria, pero sin una reflexión y análisis importante sobre lo que se estaba aprendiendo,  Paulo Freyre la denominaba la educación bancaria (1).

El familiar término alumno, de alguna manera refuerza esta concepción. Proviene del latin alumnus, que significa alimentado (2). Esta concepción se relacionaba más a la enseñanza que al aprendizaje, era muy usual entender el proceso educativo con llenar, colmar algo que está vacío. Por otro lado este término en algunos casos ha sido mal utilizado, aun por expertos en educación, se ha difundido que el termino alumno proviene del latin ad luminus, que significa sin luz, fortaleciendo la visión tradicional, señalando que el niño es un individuo sin luz y quien verdaderamente ilumina a este ser con sus conocimientos y sabiduría es el profesor. Sin embargo esta última versión carece de argumentos y no se considera verdadera.

Igualmente hasta hoy se suele usar indistintamente “el dictado de clases”. El verbo dictar, (decir en voz alta para que alguien al mismo tiempo lo vaya escribiendo generalmente haciendo las pausas necesarias o convenientes) supone el cumplimiento del estudiante respecto a los deseos, sugerencias o mandatos del profesor. Se debe entender que las indicaciones del docente debían ser cumplidas por los estudiantes en forma unilateral.  No nos olvidemos que dictador viene de verbo dictar. Por tanto el lenguaje pedagógico debe desterrar definitivamente este vocablo, para señalar la conducción y guía de los aprendizajes.

En la parte conductual de igual forma, el autoritarismo fue notable. La letra entra con sangre, no solo estaba dirigida al riguroso aprendizaje académico sino también para controlar y orientar el comportamiento de los estudiantes. Bajo este principio se cometieron verdaderos maltratos físicos y psicológicos contra los niños, niñas y adolescentes. Además la señalada regla estaba rígidamente refrendada por la familia y la comunidad. Todavía recordamos con dolor y escalofrío los diferentes castigos que nos infringieron nuestros profesores, el temor, la inseguridad era común en los ambiente escolares de la época.

A fines del siglo pasado no obstante, al amparo de nuevas corrientes pedagógicas y la implementación de políticas educativas de estado, esta difícil situación empezaría a transformarse. Por un lado el decisivo rol del docente es reemplazado por el protagonismo escolar, por el activismo del estudiante en la construcción de sus aprendizajes. La educación es percibida como un trabajo centrado en los aprendizajes de los estudiantes, mientras el docente solo debe cumplir el papel de guía y facilitador de los procesos pedagógicos. El maestro que dicta se va convirtiendo en un mediador, transformando las aulas rígidas y autoritarias, en ambientes democráticos, bulliciosos y participativos. Hoy el estudiante construye su propio conocimiento opinando, reflexionando y aun tomando posiciones distintas y hasta contrarias sobre una determinada cuestión, lo cual se promueve y respeta.  Por otro lado,   el maltrato físico y psicológico se ha tratado de desterrar en los ambientes escolares. Los diálogos, las consejerías y la ayuda profesional se están introduciendo en los ambientes escolares.

Hasta aquí existe coherencia y claridad. El problema empieza cuando las recomendaciones pedagógicas y conductuales colisionan con la realidad.  Esto no quiere decir que estemos de acuerdo con la educación tradicional. Es verdad que los estudiantes han tomado un visible protagonismo en clases, en buena hora. También se ha desterrado el autoritarismo docente, mejor. No obstante hay una exagerada libertad de los niños, niñas y adolescentes que nadie puede orientar ni controlar. No existen mecanismos y estrategias reales de control de la conducta estudiantil.  Muchas veces la autoridad del docente expresado en disciplina y orden son entendidos como maltrato escolar, una llamada de atención de parte de los profesores y el personal de apoyo pedagógico es confundida con abuso de autoridad, de ahí que muy pocos docentes se atreven a “enfrentar” a los estudiantes con conductas de riesgo, por el temor natural de ser sancionados administrativa y penalmente.

En las Instituciones Educativas Publicas, un buen porcentaje de escolares proceden de familias con problemas complejos, muchos de ellos son hogares disfuncionales, en estado de orfandad, con violencia y maltrato, con padres con altos niveles de consumo de alcohol, con pobreza y pobreza extrema, dificultades muy serias que van marcando a los niños, niñas y adolescentes y los hacen reacios hacia el cambio y a la buena convivencia.  Si bien las orientaciones tutoriales promueven la práctica de diversos valores y el desenvolvimiento ético, van siendo desterrados por el duro, conflictivo, individualista y contexto social. Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de información riegan sistemáticamente frivolidad y violencia, de ahí que es muy complicado consolidar valores duraderos, es decir lo que trata de construir con dificultad la escuela y la familia, destruye rápidamente el entorno social, convirtiéndose en un círculo vicioso.

Igualmente la autoridad de los padres hacia los hijos, se ha reducido notablemente en favor de los hijos. En la actualidad diferentes entidades públicas y privadas protegen la integridad física y psicológica del menor. Pero quien asume la responsabilidad de la crianza y el buen comportamiento de los niños, niñas y adolescentes? Definitivamente los docentes básicamente tenemos la responsabilidad del logro de los aprendizajes de los estudiantes, de apoyarlos para alcanzar una educación de calidad, mientras los padres deben tener la responsabilidad de velar por el adecuado comportamiento de sus hijos. Ojalá los padres tengan las estrategias y habilidades suficientes para tratar de resolver este problema y contribuyan al buen trato y respeto entre los estudiantes para lograr una adecuada convivencia escolar.   Tengamos cuidado que la indisciplina escolar en las instituciones educativas se está incrementando y el aprendizaje de los estudiantes está descendiendo.

Desde nuestra experiencia y trabajo en diferentes Instancias de Gestión Educativa, advertimos la necesidad y urgencia de implementar las estrategias necesarias para que no se inicie una especie de desborde escolar.




(1) Alumno, na: Del lat. alumnus, der. de alere, alimentar. M. y F. persona que recibe enseñanza, respecto de un profesor o de una escuela, colegio o universidad donde estudia M.y F. Persona que criada desde su niñez por alguien,con quien mantiene una cierta vinculación. Real Academa Española.



(2) Hay que evitar el acto docente de asumir que los educandos son vasijas vacías que han de ser llenadas por el Educador. Esta concepción “bancaria” de la educación, destaca Freire (1987), “...es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes” (p.73); de esta manera siempre ha existido la idea que los Educadores son los que saben, y los discentes son simples hojas en blanco esperando la impronta de los primeros que los saque del mundo de la ignorancia, anhelando al autor que escriba las páginas de su destino. ¡No!, no ha de aceptarse más tal pasividad de los alumnos. Freire, P. (1987). Pedagogía del Oprimido (36ª. Ed.). Montevideo: Siglo XXI Editores, S.A. Historia de Paulo Freire