HISTORIA DE SAN LUIS
SIGLO XX.
En la
primera mitad del siglo XX, la localidad de San Luis, se mantiene en el
pernicioso estancamiento del siglo
anterior. Las condiciones sociales y económicas casi son idénticas a las del
siglo XIX. En este caso, la centuria del inicio de la república, se prolongó
mucho más de lo debido, a causa del centralismo costeño en desmedro de la
sierra y de la amazonia y la falta de visión y capacidad de la clase política.
La
agricultura y la ganadería siguen siendo las actividades económicas esenciales.
Los sistemas de producción tradicionales, la tenencia de tierras en manos
de unos pocos, el trabajo, servil y
gratuito sostenida por campesinos muy pobres e iletrados, las tecnologías
extensivas, no mejoraban la producción ni la productividad. Se trata de una
economía de subsistencia y autosuficiencia,
sin un contacto importante con el mercado “exterior” regional.
En el
comercio, en algunos casos persistía el antiguo trueque, (1) en otros existía un pequeño movimiento de
artículos de primera necesidad y con el ingreso de algunas mercancías básicas,
que no se producían en la localidad, (2)
las que dinamizaban esta reducida economía local, pero sin un real
beneficio para un grupo significativo. Esta última actividad se desarrolla
hasta casi finalizada la década del sesenta de este siglo, a través del arrieraje, es decir del traslado
de bienes a través del lomo de bestias, vía Chacas - Quebrada Honda – Marcará o San Marcos - Huari, siendo, la primera ruta
la más importante, por el costo a menor de los productos básicos.
El
trabajo de arrieros fue realmente difícil y penoso. Recorrer decenas de
kilómetros detrás de la recua, bajo el intenso sol, las torrenciales lluvias,
las permanentes heladas, sumada a la estrechez de los senderos andinos, fueron desafíos inmensos de este indispensable
trabajador. Se cuentan decenas de historias sobre sus aventuras y penas, el
despeñamiento, la neumonía, la muerte y se añadían a estas penas la presencia de los temibles “pishtacos” y los
sustos de origen sobrenatural (3). El afán y el sufrimiento fueron parte de su
diario trajinar. Sin lugar a dudas, los arrieros, fueron hombres de gran temple e hicieron con
su labor mucho beneficio a la población.
A falta
de carreteras, la comunicación a grandes distancias, se realizaron por el sistema de correos y
telégrafos apoyado por los postillones, que garantizaban el contacto con otras
provincias y el país. Los postillones eran una especie de chaskis que
transportaban correspondencias y aun encomiendas, a lomo de bestia o en forma
pedestre, de manera periódica haciendo grandes sacrificios por la geografía
inhóspita serrana y los espacios entre los pueblos. Mientras los telégrafos,
eran los medios que circulaban los telegramas, información escueta pero
importante o urgente, a través de los cables metálicos instalados entre
distritos y capitales de provincia.
Algunas
imágenes fotográficas del distrito ilustran un pueblo muy atrasado y rural en
este periodo. La plaza de armas está rodeada apenas de algunas viviendas
particulares y un local comunal, llamado cabildo. La ausencia del estado en la
zona de Conchukos y específicamente en San Luis fue notable, la educación
estatal, a inicios de siglo, con una
sola escuela pública se reducia para atender a los sectores sociales
acomodados, de ahí que el analfabetismo tuvo cifras muy elevadas. Los servicios
de salud totalmente ausentes, se sabe de una morbi mortalidad, de niños,
mujeres y de adultos jóvenes también significativa. Igualmente la
administración de la justicia se hallaba en manos de los ciudadanos notables
del distrito, solo en casos de delitos graves se derivaba a la capital de la
provincia.
Como
hemos señalado hasta la década del treinta, existía una escuela primaria para
varones y una para mujeres. Funcionaban en viviendas generosamente cedidas por
ciudadanos del lugar, más tarde en el cabildo y en su local anterior cedido hoy
a la operación Matto Groso, a cambio de la construcción de la infraestructura
actual. Ambas escuelas se unificaron en 1971, para formar
la Escuela Primaria Mixta de Menores N° 86375, durante el gobierno de Velasco Alvarado.
Posteriormente tomaría el nombre de Padre Daniel Badiali. Las primeras escuelas rurales se crearon en Canchabamba,
Taulli, Pomallucay, Humahuauco y Uchusquilllo, más tarde en Aquillayoc y
Cardon, debido a su considerable población, en la actualidad contrariamente
muchas de ellas están en serios problemas de funcionamiento debido a su escasa
población escolar.
Estas
características continúan hasta fines de
la década del cincuenta. Con la apertura
de la carretera Huari-San Luis y la reforma agraria, se inicia un proceso de
transformación. La primera dinamizó la economía de subsistencia del distrito,
con el ingreso de nuevos productos, mientras la segunda modificó las relaciones
de producción liberando al campesino de la servidumbre y la creación de
Comunidades Campesinas en el distrito de
San Luis, Yauya y San Nicolás, en las áreas ocupadas por las grandes haciendas.
No obstante el nuevo rostro de esa pequeña
y precaria economía no mejoró la situación del trabajador del campo,
fortaleciendo la fuerte migración de los pobladores que se había iniciado
algunas décadas antes (4).
Otra
situación deplorable que agravó la situación del campesino en este periodo, fue lo que se llama el “enganche”. Este
sistema de explotación inhumana, consistía en el acopio de mano de obra
barata, para trabajar en las haciendas costeñas o en las islas del litoral en
el recojo del guano. La estrategia de explotación del trabajo empezaba con el
adelanto de dinero o mercancías que el
“enganchador” entregaba como adelanto al campesino, este luego se trasladaba largas distancias
hasta el centro de labor, por un determinado tiempo, empero este contrato se
iba prolongando indefinidamente ya que el campesino se iba endeudando por otros
adelantos que recibía del patrón o que el enganchador otorgaba a la
familia. El campesino retornaba después
de dos o tres años o en algunos casos nunca retornó a su pueblo de origen por
las permanentes deudas o por el simple desarraigo.
La
década del sesenta es el inicio del despegue del distrito, con la construcción
de vías de comunicación. San Luis se interconecta se con todos los pueblos que
lo circundan, en 1969 con Huari, un año después con Chacas, más tarde en 1974
con Piscobamba y Yauya, en aquel entonces distrito de Mariscal Luzuriaga. Estas
mismas vías enlazarían posteriormente con Yanama, provincia de Yungay, con San
Nicolás y la salida a la provincia de Antonio Raimondi, como también con la
provincia de Carhuaz a través de la Punta Olímpica. Lo que permite colocar a San Luis en una
posición estratégica en la región, de tal forma que San Luis ha quedado como un
lugar obligado de paso y merecidamente
ha tomado el nombre de “Corazón de
Conchucos”. Esta denominación no solo por hallarse en la mitad de esta
zona, sino también por la hospitalidad de sus gentes, por un clima sano y acogedor y
la belleza de su panorama, como lo menciona el recordado
sacerdote Santiago Márquez
Zorrilla.
El
comercio crece sustantivamente, como secuela de la construcción de la
infraestructura vial, por fin los arrieros pudieron descansar con la llegada de
los primeros camiones, así como también el servicio de pasajeros dejó en el
recuerdo los largos y sufridos viajes a lomo de acémila entre distritos y
provincias. La educación se democratiza con la creación del primer colegio
secundario y otras instituciones educativas de otros niveles en el campo. Del
mismo modo, en la década del setenta se instalan los servicios básicos, como el
agua, desagüe y la energía eléctrica. Crece notablemente el casco urbano, se
abren nuevas calles, edificando locales públicos como el municipio en el lado
norte de la plaza de armas, se construye el estadio y la losa de fulbito, así
como también el primer parque infantil.
Muchas familias hoy establecidas en la población son efecto de las
migraciones internas que promovió el crecimiento del distrito.
En
general la segunda mitad del siglo anterior se producen acontecimientos de
fundamental importancia, como reiteramos, modificaron la faz del pueblo. Si en algunas décadas el hermano distrito de
Chacas nos había sacado gran ventaja gracias a la minería, el comercio y al
esfuerzo de sus hijos, empero, desde el setenta, San Luis inició su crecimiento para alejarse
del rezago en donde había estado postrado durante largas décadas.
LA CONSTRUCCIÓN
DE LA VÍA HUARI SAN LUIS Y LA LLEGADA DEL PRIMER VEHÍCULO MOTORIZADO.
La ejecución de la Vía Huari San Luis, se realizó a finales
de la década del 60, culminándose en el año de 1969. Si bien contó con el apoyo
del gobierno del Arquitecto Belaunde Terry, personaje que simpatizó con la
tierra sanluisina desde que arribó en 1963, fue una labor tesonera de
miles de campesinos y pobladores de la localidad. Para lograr el
propósito se movilizaron hacia la parte alta
todos los varones capaces de trabajar, dejando semanas enteras a las
abnegadas esposas al cuidado del hogar y de la familia. Las jornadas se
realizaron en plena puna, sobre los cuatro mil metros, en donde construyeron
precarias carpas y chozas para permanecer y ganar el mayor tiempo posible para
el trabajo, porque los paisanos estaban
convencidos que la conclusión de la ansiada carretera, traería consigo
desarrollo, integración y mejores condiciones de vida al lugareño.
La obra se trabajó en
forma simultánea desde Huari y San Luis.
Desde la antigua provincia,
avanzaron por Huamparán y Tashta, desde San Luis se inició en Collota
para proseguir en Tambillos y darse el encuentro en las alturas de Huachucocha.
La construcción de la vía desde Huari, era apoyada por maquinaria pesada, mientras la parte más difícil se llevaron los hermanos sanluisinos, porque abrieron la trocha apoyados por sus sencillas
herramientas, pero fortalecidos por el coraje y amor que despierta el terruño. El encuentro de esas vías
complementarias fue un día memorable, de regocijo y satisfacción, inspirando al
recordado pariente Abel
Fitzcarrald componer este estribillo:
ONCE DE MAYO
Once
de mayo fecha memorable,
Tashta
y Tambillos se dieron la mano
En
dura lucha pueblo sanluisino,
Selló
su triunfo sólo en ocho días.
Todos unidos hemos laborado
Para vencer
cerros y quebradas,
Tus bravos hijos
siguen trabajando
Serás provincia
en un corto tiempo.
FUGA
Pensaste mal, pensaste
mal
Que la
carretera no iba a llegar
Pensaste bien, pensaste bien
Que la
carretera pronto llegó.
Esta labor solidaria y
cooperativa, permitió al entonces distrito de San Luis, ser candidato obligado
a la Lampa de Oro, que premiaba a los pueblos más laboriosos del
Perú, otorgado por el gobierno del arquitecto Belaunde, nos informan que fue frustrado por el golpe militar del Velasco
Alvarado en octubre de 1968.
En esta misma temporada el
gobierno de Belaunde, donó al Consejo Distrital de San Luis, el primer volquete Diesel ensamblado en el
Perú, de marca Izuzu. Lo anecdótico es
que el volquete arribó al pueblo antes de que la carretera llegara a la
población, fue trasladado a través de
trochas y caminos de herradura, nuevamente el pueblo sanluisino demostraba
que ante objetivos comunes y altruistas,
la unidad del pueblo y de las masas era mayor que la imposibilidad. El ingreso
del primero vehículo motorizado a San Luis fue apoteósico y triunfal,
desatándose una verdadera fiesta en la
población, ante el asombro de muchos pobladores que aún no habían conocido una
máquina de esa naturaleza. Hoy el legendario volquete, tantas veces reparado y
modificado, se halla recogiendo
desperdicios, cuando debería ser
resguardada, conservando sus
características iniciales, como una pieza de museo, para perennizar el esfuerzo
y valor de esa generación de sanluisinos.
LA
CREACIÓN DE LA PROVINCIA, OTRO CARO ANHELO
CUMPLIDO.
Es sabido el distrito de
San Luis, históricamente formó parte de la provincia de Huari, no se sabe con precisión desde que época formábamos
parte de esta provincia, pero por las escasas noticias que se tiene son anteriores
a la conquista, hecha en 1532. La etapa colonial de nuestra historia tomó el nombre de San Luis de Huari y en
la época republicana afianzó la pertenencia a esta jurisdicción, como distrito de Huari.
Como es natural entre los pueblos,
es legítima y justa la aspiración
al ascenso hacia categorías político administrativas más
visibles y, por tanto a una mayor autonomía y desarrollo de su localidad. Para lograr este anhelo desde algunas décadas, los
residentes sanluisinos en la capital y los propios lugareños habían formado
comisiones cuyo propósito específico fue la creación de la provincia con su
capital San Luis. Ya el padre Santiago Marquez en su texto “Huari y sus
Conchucos” había vislumbrado la idea que
San Luis por su situación geográfica, estaba destinado a ser capital de la
futura provincia Carlos F. Fitzcarrald.
En efecto, después de
largas gestiones y numerosas peticiones fue viabilizada la creación de la
provincia de San Luis, con el apoyo incondicional del presidente Fernando
Belaunde y del Poder Legislativo, con el apoyo de las bancadas de Acción
Popular y el Partido Popular Cristiano. La Ley de Creación de la Provincia de
San Luis fue la Ley N° 23609 del 06 de
junio de 1983. Posteriormente a iniciativa de un grupo de ciudadanos de la
provincia el nombre de la provincia fue cambiada por el de Carlos Fermín
Fitzcarrald, con Decreto Ley Ley N°
24903 el 20 de octubre de 1988, siendo alcalde el profesor José Barrón Esparza,
durante el gobierno del presidente Alan García. Esta modificación fue causa de interminables contradicciones
entre los paisanos que estaban a favor
del nombre primigenio y los que defendían el nombre que hoy lleva.
Desgraciadamente estos enfrentamientos prosiguen en la actualidad perturbando
el buen desenvolvimiento de las instituciones representativas de la provincia,
creando divisionismo y malestar entre paisanos, mientras otras instituciones de
las provincias vecinas se fortalecen y velan desde la distancia el desarrollo y
el bienestar de sus pueblos.
En este sentido sería
injusto no mencionar en el texto los nombra de las personas que contribuyeron a
la materialización de tan caro anhelo. En
la Capital de la República debemos recordar a Eloyda Cords, Horacio
Haymes, Augusto Garro, Teodomiro Blanco, Hugo Palacios, los hermanos Small Arana, Fitzcarrald
Fernández, Welsh Giraldo,
Sandoval García, Vives Flor y muchos paisanos que sería largo enumerar,
probablemente cometemos la injusticia de no incorporar a todos los paisanos . A
este grupo de sanluisinos se sumaron desde la tierra natal otros coterráneos organizados
en un comité de gestión.
COMITÉ DISTRITAL PROCREACIÓN DE LA PROVINCIA SAN
LUIS.
ü
Fortunato
Small Arana
ü
Marino
Gonzales Blanco
ü
Augusto Garro
Arana
ü
Luis
Villavicencio Vaez
ü
Antonio Garay
Domínguez
ü
Agustín
Cabello Collantes
ü
Helí Córdova
Soto.
ü
Roberto Vaez
Blas.
ü
Germán Pasco
Collazos
ü
Rafael
Villanueva Ariza.
ü
Agripino
Ghiggo Collazos
ü
Abel
Fitzcarrald Villanueva
COMITÉ PROCREACIÓN EN LA CAPITAL
DE LA REPÚBLICA.
ü
Eloyda Cords
Blanco
ü
Horacio
Jaimes Melgarejo
ü
Luis Arana
Ghiggo.
ü
Germán Small
Arana
ü
Nicolás Delgado
ü
Alberto Small
Arana
ü
Teófilo
Fitzcarrald Rotta
ü
Justo Sandoval
García.
(1)
El trueque fue
una forma de comercio tradicional que consistía en el intercambio de bienes
producidos entre diferentes localidades y/o pisos ecológicos. Todavía hasta
poco, se ha observado el intercambio de
frutas que provienen de las zonas bajas con el de tubérculos de las partes
altas entre los meses de marzo y abril. O el intercambio de ollas de cerámica,
que provenían desde Chinlla (Chacas) trasladados hasta distritos lejanos como
San Nicolás, de donde recogían cereales básicamente.
(2)
Los productos
que ingresaban a la localidad se trataba principalmente, de alimentos como el
arroz, el fideo, azúcar, enlatados de pescado, la manteca, como también el
alcohol, la coca y la sal.
(3)
En el
imaginario andino han existido diversos personajes, entre ellos el pishtaco.
Este era una persona de raza blanca que se dedicaba al cruel afán de asesinar a
hombres en parajes solitarios, con la finalidad de obtener su grasa y proveer a
las maquinarias para su buen
funcionamiento. Merece hacer una investigación en nuestra localidad. Por otra
parte es sabido también que en la ruta de la Quebrada Honda y en general en
cualquier lugar solitario se aparecían
sombras, almas en pena, los demonios,
etc. La presencia de pishtacos y espíritus del mal eran frecuentes en el anecdotario de
los arrieros.
(4)
En la actualidad existen 07
Comunidades Campesinas en San Luis, en
05 Yauya y 01 en San Nicolás, totalizando 13.
DISTRITO DE
SAN LUIS
Ø
Comunidad Campesina Ingenio (Yanacará), reconocida con Resolución
Directoral Nº 035-1-87-DIR-V-ANC del 02
de abril de 1987, con una extensión de
371.82 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina Unión
Caninaco, reconocida con Resolución Directoral Nº 202-94-RCH del 05 de noviembre de 1994, con una extensión de
3080.83 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina
Santiago de Cardón, reconocida con Resolución Directoral Nº
057-RCH/SRAPE-DG.AG. del 03 de febrero de 1992, con una extensión de 1328 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina San Pedro de Canchabamba, reconocida con Resolución Directoral Nº 006-RCH/SRAPE-DG.AG. del 16 de enero de 1993,
con una extensión de 800 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina San
Antonio de Ranracancha, reconocida con
Resolución Directoral Nº
554-91-RCH/SRAPE-DG.AG. del 11 de noviembre de 1991, con una extensión
de 900 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina Rosas
Tayapampa, reconocida con Resolución Directoral Nº 114-85-DIR-V-ANC del 02 de
abril de 1987, con una extensión de 892 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina Santa
Rosa de Uchusquillo, reconocida con Resolución Directoral Nº
002-88-CORDE/ANCASH del 22 de abril de
1988, con una extensión de 2 624.18 hectáreas.
DISTRITO DE YAUYA.
Ø
Comunidad Campesina San
Martín de Porres, de Otoco y Pogue reconocida con Resolución Directoral Nº 070/85-V-ANC
del 09 de mayo 1985, con una
extensión de 1019 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina Tupac
Amaru, de Maribamba reconocida con R. G. Nº 005/88-CORDE ABCASH/GCC del 14 de octubre de 1988, con una extensión
de 730.6 hectáreas.
Ø
Comunidad Campesina Jatun Oco
reconocida con Resolución Directoral Nº 038-86-DR-V-ANC del 27 de febrero de 1986, con una extensión
de 156 hectáreas
Ø
Comunidad Campesina José
Carlos Mariátegui de Tranca y Chiguan
reconocida con Resolución Directoral Nº 139-96-RCH/DR.AG del 26 de agosto de 1996, con una extensión de
773.5 hectáreas
Ø
Comunidad Campesina Juan
Velasco Alvarado de San Francisco
reconocida con Resolución Directoral Nº 484-RCH/-SRAPE/DR.AG del 26 de octubre de 1992, con una extensión de
266.3 hectáreas
DISTRITO DE SAN NICOLAS.
Ø
Comunidad Campesina Luis
Pardo de Ruris, reconocida con
Resolución Directoral Nº 069-RCH/-SRAPE/DR.AG del 05 de febrero de 1992, con
una extensión de 7928.5 hectáreas
(5)
Los ciudadanos
de la generación del 60. Seguramente
cometemos un error al no incorporar en esta lista a todos los ciudadanos de
esta época. Pero también seriamos injustos de no mencionar a aquellos
sanluisinos que dedicaron su tiempo y su esfuerzo por el bien de la comunidad.
Esta generación estuvo encabezada por don Fortunato Small Arana, alcalde en
diversas autoridades, en su gestión se creó el primer Colegio de Educación Secundario, se construyó la carretera Huari – San Luis, la instalación
de los primeros servicios públicos básicos y
la creación de la provincia. A la gestión y visión del entusiasta y
dinámico alcalde se sumaron, los ciudadanos, Augusto Gonzales Blanco, Luis
Villavicencio Vaez, Luis Jimeno Corts, Rafael
Villanueva Ariza, Germán Pasco Collazos, Marino González Blanco, Abel
Fitzcarrald Villanueva, etc.
(6)
OTÁROLA
PEÑARANDA, Roque. “Chacas, Ayer, Hoy …
Siempre”
PRÓXIMO CAPITULO. SAN LUIS EN LA ACTUALIDAD.