jueves, 19 de noviembre de 2020

HISTORIA DEL SIGLO XX PARTE IV

 



HISTORIA DE SAN LUIS

SIGLO XX.

En la primera mitad del siglo XX, la localidad de San Luis, se mantiene en el pernicioso  estancamiento del siglo anterior. Las condiciones sociales y económicas casi son idénticas a las del siglo XIX. En este caso, la centuria del inicio de la república, se prolongó mucho más de lo debido, a causa del centralismo costeño en desmedro de la sierra y de la amazonia y la falta de visión y capacidad de la clase política.  

La agricultura y la ganadería siguen siendo las actividades económicas esenciales. Los sistemas de producción  tradicionales, la tenencia de tierras en manos de unos pocos, el trabajo,  servil y gratuito sostenida por campesinos muy pobres e iletrados, las tecnologías extensivas, no mejoraban la producción ni la productividad. Se trata de una economía de subsistencia y autosuficiencia,  sin un contacto importante con el mercado “exterior” regional.

En el comercio, en algunos casos persistía el antiguo trueque, (1)  en otros existía un pequeño movimiento de artículos de primera necesidad y con el ingreso de algunas mercancías básicas, que no se producían en la localidad, (2)  las que dinamizaban esta reducida economía local, pero sin un real beneficio para un grupo significativo. Esta última actividad se desarrolla hasta casi finalizada la década del sesenta de este siglo,  a través del arrieraje, es decir del traslado de bienes a través del lomo de bestias, vía Chacas - Quebrada Honda – Marcará o  San Marcos - Huari, siendo, la primera ruta la más importante, por el costo a menor de los productos básicos.

El trabajo de arrieros fue realmente difícil y penoso. Recorrer decenas de kilómetros detrás de la recua, bajo el intenso sol, las torrenciales lluvias, las permanentes heladas, sumada a la estrechez de los senderos andinos,  fueron desafíos inmensos de este indispensable trabajador. Se cuentan decenas de historias sobre sus aventuras y penas, el despeñamiento, la neumonía, la muerte y se añadían a estas penas  la presencia de los temibles “pishtacos” y los sustos de origen sobrenatural (3). El afán y el sufrimiento fueron parte de su diario trajinar. Sin lugar a dudas, los arrieros,  fueron hombres de gran temple e hicieron con su labor mucho  beneficio a la población.

A falta de carreteras, la comunicación a grandes distancias,  se realizaron por el sistema de correos y telégrafos apoyado por los postillones, que garantizaban el contacto con otras provincias y el país. Los postillones eran una especie de chaskis que transportaban correspondencias y aun encomiendas, a lomo de bestia o en forma pedestre, de manera periódica haciendo grandes sacrificios por la geografía inhóspita serrana y los espacios entre los pueblos. Mientras los telégrafos, eran los medios que circulaban los telegramas, información escueta pero importante o urgente, a través de los cables metálicos instalados entre distritos y capitales de provincia.  

 Algunas imágenes fotográficas del distrito ilustran un pueblo muy atrasado y rural en este periodo. La plaza de armas está rodeada apenas de algunas viviendas particulares y un local comunal, llamado cabildo. La ausencia del estado en la zona de Conchukos y específicamente en San Luis fue notable, la educación estatal, a inicios de siglo,  con una sola escuela pública se reducia para atender a los sectores sociales acomodados, de ahí que el analfabetismo tuvo cifras muy elevadas. Los servicios de salud totalmente ausentes, se sabe de una morbi mortalidad, de niños, mujeres y de adultos jóvenes también significativa. Igualmente la administración de la justicia se hallaba en manos de los ciudadanos notables del distrito, solo en casos de delitos graves se derivaba a la capital de la provincia.

 Como hemos señalado hasta la década del treinta, existía una escuela primaria para varones y una para mujeres. Funcionaban en viviendas generosamente cedidas por ciudadanos del lugar, más tarde en el cabildo y en su local anterior cedido hoy a la operación Matto Groso, a cambio de la construcción de la infraestructura actual.  Ambas  escuelas se unificaron en 1971, para formar la Escuela Primaria Mixta de Menores N° 86375,  durante el gobierno de Velasco Alvarado. Posteriormente tomaría el nombre de Padre Daniel Badiali. Las primeras escuelas rurales se crearon en Canchabamba, Taulli, Pomallucay, Humahuauco y Uchusquilllo, más tarde en Aquillayoc y Cardon, debido a su considerable población, en la actualidad contrariamente muchas de ellas están en serios problemas de funcionamiento debido a su escasa población escolar. 

Estas características continúan  hasta fines de la década del cincuenta. Con la  apertura de la carretera Huari-San Luis y la reforma agraria, se inicia un proceso de transformación. La primera dinamizó la economía de subsistencia del distrito, con el ingreso de nuevos productos, mientras la segunda modificó las relaciones de producción liberando al campesino de la servidumbre y la creación de Comunidades  Campesinas en el distrito de San Luis, Yauya y San Nicolás, en las áreas ocupadas por las grandes haciendas.  No obstante el nuevo rostro de esa pequeña y precaria economía no mejoró la situación del trabajador del campo, fortaleciendo la fuerte migración de los pobladores que se había iniciado algunas décadas antes (4).

 Otra situación deplorable que agravó la situación del campesino en este periodo,  fue lo que se llama el “enganche”.  Este  sistema de explotación inhumana, consistía en el acopio de mano de obra barata, para trabajar en las haciendas costeñas o en las islas del litoral en el recojo del guano. La estrategia de explotación del trabajo empezaba con el adelanto de  dinero o mercancías que el “enganchador” entregaba como adelanto al campesino,    este luego se trasladaba largas distancias hasta el centro de labor, por un determinado tiempo, empero este contrato se iba prolongando indefinidamente ya que el campesino se iba endeudando por otros adelantos que recibía del patrón o que el enganchador otorgaba a la familia.  El campesino retornaba después de dos o tres años o en algunos casos nunca retornó a su pueblo de origen por las permanentes deudas o por el simple desarraigo.  

 La década del sesenta es el inicio del despegue del distrito, con la construcción de vías de comunicación. San Luis se interconecta se con todos los pueblos que lo circundan, en 1969 con Huari, un año después con Chacas, más tarde en 1974 con Piscobamba y Yauya, en aquel entonces distrito de Mariscal Luzuriaga. Estas mismas vías enlazarían posteriormente con Yanama, provincia de Yungay, con San Nicolás y la salida a la provincia de Antonio Raimondi, como también con la provincia de Carhuaz a través de la Punta Olímpica.  Lo que permite colocar a San Luis en una posición estratégica en la región, de tal forma que San Luis ha quedado como un lugar obligado de paso  y merecidamente ha tomado el nombre de “Corazón de Conchucos”. Esta denominación no solo por hallarse en la mitad de esta zona, sino también por la hospitalidad de sus gentes, por un clima sano y  acogedor y  la  belleza de  su panorama, como lo menciona  el recordado  sacerdote Santiago Márquez  Zorrilla.

 El comercio crece sustantivamente, como secuela de la construcción de la infraestructura vial, por fin los arrieros pudieron descansar con la llegada de los primeros camiones, así como también el servicio de pasajeros dejó en el recuerdo los largos y sufridos viajes a lomo de acémila entre distritos y provincias. La educación se democratiza con la creación del primer colegio secundario y otras instituciones educativas de otros niveles en el campo. Del mismo modo, en la década del setenta se instalan los servicios básicos, como el agua, desagüe y la energía eléctrica. Crece notablemente el casco urbano, se abren nuevas calles, edificando locales públicos como el municipio en el lado norte de la plaza de armas, se construye el estadio y la losa de fulbito, así como también el primer parque infantil.  Muchas familias hoy establecidas en la población son efecto de las migraciones internas que promovió el crecimiento del distrito.

 En general la segunda mitad del siglo anterior se producen acontecimientos de fundamental importancia, como reiteramos, modificaron la faz del pueblo.  Si en algunas décadas el hermano distrito de Chacas nos había sacado gran ventaja gracias a la minería, el comercio y al esfuerzo de sus hijos, empero, desde el setenta,  San Luis inició su crecimiento para alejarse del rezago en donde había estado postrado durante largas décadas.


TRES ACONTECIMIENTOS MEMORABLES EN LA HISTORIA SAN LUIS.

Seguramente para la historia del distrito y de nuestra provincia, la segunda mitad del siglo pasado (1950-2000), constituya en el período más importante de su crecimiento institucional. En este lapso se logró conseguir  en forma sucesiva, la creación de nuestra primera Institución Educativa del Nivel Secundario, el Colegio Nacional Carlos Fermín Fitzcarrald en 1965. Pocos  después en el año de 1969, se culminó la carretera San Luis-Huari y posteriormente en 1983 se alcanzó la cima, con la creación de la provincia San Luis, luego denominada Carlos Fermín Fitzcarrald. Estos tres hechos notables trajeron modificaciones a nuestra localidad, dinamizando la producción, imponiendo nuevas formas de vida y alternativas de un mayor  desarrollo social y económico. Posiblemente pasarán muchos lustros o quizás  décadas para que se produzcan hechos de igual trascendencia.

Creemos oportuno  rememorar cada acontecimiento referido, puesto que va a testimoniar el profundo agradecimiento de las nuevas generaciones a aquellos paisanos, que sólo guiados por el amor  a la tierra que los vio nacer, no escatimaron esfuerzos y sacrificios con el noble propósito de encaminar a la pequeña patria  hacia el progreso y el desarrollo. Sería injusto que en este texto no se reconozca el trabajo tesonero de los paisanos de la generación del 60 (por llamarlo así), que demostraron amor a su tierra, regalando  trabajo, voluntad y no pocas veces contribuciones económicas. (5)

 

LA CREACION  DEL COLEGIO NACIONAL CARLOS F. FITZCARRALD.

 Entre los distritos vecinos de Chacas y de San Luis,  han crecido comunes y justas aspiraciones,  ya  que   ambos pueblos se han asomado a la historia conchucana y regional con demandas homogéneas y por lo tanto con pretensiones también comunes.  Por eso es visible que en la segunda mitad del siglo XX, los chacasinos  hayan tenido también los mismos logros. En este mismo período nuestros amigos chacasinos cristalizaron  la creación del Colegio del Nivel Secundario “Amauta Atusparia”, la construcción de la carretera San Luis-Chacas y por último  la creación de la provincia de Asunción.

 La cercanía y continuidad geográfica entre estos dos pueblos, por un lado creó lazos de amistad, de familia y buenos habitos, pero por otro lado también entre estos pueblos hermanos en algún momento crecieron absurdas rivalidades, pese a compartir historia, tradiciones y necesidades comunes. La lucha por la creación de las instituciones de Educación Secundaria y de las respectivas provincias permitió  exacerbar tales  contradicciones, sustentadas en las justas aspiraciones de cada pueblo. En este sentido se debe recordar de manera anecdótica las discrepancias entre los pobladores de tales localidades a raíz de la creación de las instituciones mencionadas.

 Escribe don Roque Otárola Peñaranda en su texto “Chacas, Ayer, Hoy … Siempre”,  “…El Centro Representativo Chacas con sede en Lima, libró una dura batalla frente a los intereses de las autoridades y pobladores de San Luis, quienes exhibiendo ciertos argumento pretendían llevar la sede del nuevo plantel al pueblo de San Luis.  Ante la férrea gestión del Centro Representativo Chacas, de las autoridades locales, padres de familia y del Comité por el Colegio Secundario, las Autoridades  del Ministerio de Educación, por Decreto Supremo crearon el Colegio Secundario de San Luis, dando por  concluida  la primera disputa con el vecino distrito…”  (6). Seguramente el mencionado autor se refiere a que una segunda disputa fue la creación de las provincias respectivas, pero consuela que ambos pueblos hayan logrado los objetivos inmediatos, no obstante,  para  Chacas y San Luis, hoy sedes de las provincias  Asunción y Fitzcarrald quedan grandes  desafíos y trabajo para  mitigar la pobreza y encaminarse hacia el desarrollo.

 Es así que entre estas pugnas con las justas aspiraciones chacasinas, nuestros paisanos residentes en la capital y pobladores de la localidad, alcanzaron la creación del Colegio Nacional Carlos Fermín Fitzcarrald, mediante Resolución Ministerial N°  048 del 14 de enero de 1965. Este hecho permitió la democratización de la educación de la localidad, logrando el acceso a la educación de este nivel a paisanos de diferentes sectores sociales y procedencias geográficas.

 El terreno para la construcción del  flamante plantel, fue generosamente obsequiada por la señorita Edelmira Fitzcarrald López, lugar que en la actualidad se yergue la infraestructura de la institución educativa. La edificación del primer local fue de igual forma, a brazo partido, con el apoyo del trabajo solidario y comunal, sin ningún presupuesto. Trasladaron material desde la provincia de Huari (puertas, calaminas, yeso, vigas, etc) a falta de camiones, los hombros de los estudiantes, de los docentes y de los ciudadanos fueron los ejemplares medios  para proseguir con ese colosal trabajo.

 La fecha del aniversario de la institución educativa, se ha institucionalizado el 25 de agosto, fecha del deceso de San Luis (Luis IX). Esta fecha coincidía con la fiesta patronal del distrito que se celebraba en honor al santo mencionado, con el propósito de dar mayor realce a ambos acontecimientos, no obstante las celebraciones del “Tayta Patrón” terminaron a en la década del sesenta, haciéndose costumbre las festividades de la Virgen de la Merced en el mes de setiembre. Pero el natalicio de nuestro colegio ha permanecido en el día referido.


 LA CONSTRUCCIÓN DE LA VÍA HUARI SAN LUIS Y LA LLEGADA DEL PRIMER VEHÍCULO MOTORIZADO.

La ejecución de  la Vía Huari San Luis, se realizó a finales de la década del 60, culminándose en el año de 1969. Si bien contó con el apoyo del gobierno del Arquitecto Belaunde Terry, personaje que simpatizó con la tierra sanluisina desde que arribó en 1963, fue una labor tesonera de miles  de campesinos y  pobladores de la localidad. Para lograr el propósito se movilizaron hacia la parte alta  todos los varones capaces de trabajar, dejando semanas enteras a las abnegadas esposas al cuidado del hogar y de la familia. Las jornadas se realizaron en plena puna, sobre los cuatro mil metros, en donde construyeron precarias carpas y chozas para permanecer y ganar el mayor tiempo posible para el  trabajo, porque los paisanos estaban convencidos que la conclusión de la ansiada carretera, traería consigo desarrollo, integración y mejores condiciones de vida al lugareño.

La obra se trabajó en forma simultánea desde Huari y San Luis.  Desde la antigua provincia,  avanzaron por Huamparán y Tashta, desde San Luis se inició en Collota para proseguir en Tambillos y darse el encuentro en las alturas de Huachucocha. La construcción de la vía desde Huari, era apoyada  por maquinaria pesada,  mientras la parte más difícil se  llevaron los hermanos sanluisinos,  porque abrieron  la trocha apoyados por sus sencillas herramientas, pero fortalecidos por el coraje y amor que despierta el  terruño. El encuentro de esas vías complementarias fue un día memorable, de regocijo y satisfacción, inspirando al recordado  pariente  Abel  Fitzcarrald componer este estribillo:

 

                                                      ONCE DE MAYO

                                         Once de mayo fecha memorable,

                                         Tashta y Tambillos se dieron la mano

                                         En dura lucha pueblo sanluisino,

                                         Selló su triunfo sólo en ocho días.

 

                                         Todos unidos hemos laborado

                                         Para vencer cerros y quebradas,

                                         Tus bravos hijos siguen trabajando

                                         Serás provincia en un corto tiempo.

 

                                                           FUGA

                                         Pensaste mal, pensaste mal

                                         Que la carretera no iba a llegar

                                         Pensaste bien, pensaste bien

                                         Que la carretera pronto llegó.

 

Esta labor solidaria y cooperativa, permitió al entonces distrito de San Luis, ser candidato obligado a la Lampa de Oro,  que  premiaba a los pueblos más laboriosos del Perú, otorgado por el gobierno del arquitecto Belaunde, nos informan que  fue frustrado por el golpe militar del Velasco Alvarado en octubre de 1968.

En esta misma temporada el gobierno de Belaunde, donó al Consejo Distrital de San Luis,  el primer volquete Diesel ensamblado en el Perú, de marca Izuzu. Lo anecdótico  es que el volquete arribó al pueblo antes de que la carretera llegara a la población, fue trasladado a través  de trochas y caminos de herradura, nuevamente el pueblo sanluisino demostraba que  ante objetivos comunes y altruistas, la unidad del pueblo y de las masas era mayor que la imposibilidad. El ingreso del primero vehículo motorizado a San Luis fue apoteósico y triunfal, desatándose  una verdadera fiesta en la población, ante el asombro de muchos pobladores que aún no habían conocido una máquina de esa naturaleza. Hoy el legendario volquete, tantas veces reparado y modificado,  se halla recogiendo desperdicios, cuando  debería ser resguardada,  conservando sus características iniciales, como una pieza de museo, para perennizar el esfuerzo y valor de esa generación de sanluisinos.

    LA CREACIÓN DE LA PROVINCIA, OTRO CARO ANHELO  CUMPLIDO.

Es sabido el distrito de San Luis, históricamente formó parte de la provincia de Huari, no se sabe  con precisión desde que época formábamos parte de esta provincia, pero por las escasas noticias que se tiene son anteriores a la conquista, hecha en 1532. La etapa colonial de nuestra historia  tomó el nombre de San Luis de Huari  y  en la época republicana afianzó la pertenencia a esta  jurisdicción, como distrito de Huari.

Como es natural entre  los pueblos,  es legítima  y justa la aspiración al  ascenso hacia  categorías político administrativas más visibles y, por tanto a una mayor autonomía y desarrollo de su  localidad. Para lograr  este anhelo desde algunas décadas, los residentes sanluisinos en la capital y los propios lugareños habían formado comisiones cuyo propósito específico fue la creación de la provincia con su capital San Luis. Ya el padre Santiago Marquez en su texto “Huari y sus Conchucos”  había vislumbrado la idea que San Luis por su situación geográfica, estaba destinado a ser capital de la futura provincia Carlos F. Fitzcarrald.

En efecto, después de largas gestiones y numerosas peticiones fue viabilizada la creación de la provincia de San Luis, con el apoyo incondicional del presidente Fernando Belaunde y del Poder Legislativo, con el apoyo de las bancadas de Acción Popular y el Partido Popular Cristiano. La Ley de Creación de la Provincia de San Luis fue la Ley N° 23609   del 06 de junio de 1983. Posteriormente a iniciativa de un grupo de ciudadanos de la provincia el nombre de la provincia fue cambiada por el de Carlos Fermín Fitzcarrald, con  Decreto Ley Ley N° 24903 el 20 de octubre de 1988, siendo alcalde el profesor José Barrón Esparza, durante el gobierno del presidente Alan García. Esta modificación  fue causa de interminables contradicciones entre los paisanos  que estaban a favor del nombre primigenio y los que defendían el nombre que hoy lleva. Desgraciadamente estos enfrentamientos prosiguen en la actualidad perturbando el buen desenvolvimiento de las instituciones representativas de la provincia, creando divisionismo y malestar entre paisanos, mientras otras instituciones de las provincias vecinas se fortalecen y velan desde la distancia el desarrollo y el bienestar  de sus pueblos.

En este sentido sería injusto no mencionar en el texto los nombra de las personas que contribuyeron a la materialización de tan caro anhelo. En  la Capital de la República debemos recordar a Eloyda Cords, Horacio Haymes,  Augusto Garro,  Teodomiro Blanco, Hugo Palacios,   los hermanos Small Arana,  Fitzcarrald  Fernández,   Welsh Giraldo, Sandoval García, Vives Flor  y muchos  paisanos que sería largo enumerar, probablemente cometemos la injusticia de no incorporar a todos los paisanos . A este grupo de sanluisinos se sumaron desde la tierra natal otros coterráneos organizados en un comité de gestión. 

 COMITÉ DISTRITAL PROCREACIÓN DE LA PROVINCIA SAN LUIS.

ü Fortunato Small Arana

ü Marino Gonzales Blanco

ü Augusto Garro Arana

ü Luis Villavicencio Vaez

ü Antonio Garay Domínguez

ü Agustín Cabello Collantes

ü Helí Córdova Soto.

ü Roberto Vaez Blas.

ü Germán Pasco Collazos

ü Rafael Villanueva Ariza.

ü Agripino Ghiggo Collazos

ü Abel Fitzcarrald Villanueva

 

        COMITÉ  PROCREACIÓN EN LA CAPITAL DE LA REPÚBLICA.

ü Eloyda Cords Blanco

ü Horacio Jaimes  Melgarejo

ü Luis Arana Ghiggo.

ü Germán Small Arana

ü Nicolás Delgado

ü Alberto Small Arana

ü Teófilo Fitzcarrald Rotta

ü Justo Sandoval García.



(1)    El trueque fue una forma de comercio tradicional que consistía en el intercambio de bienes producidos entre diferentes localidades y/o pisos ecológicos. Todavía hasta poco,  se ha observado el intercambio de frutas que provienen  de las zonas  bajas con el de tubérculos de las partes altas entre los meses de marzo y abril. O el intercambio de ollas de cerámica, que provenían desde Chinlla (Chacas) trasladados hasta distritos lejanos como San Nicolás, de donde recogían cereales básicamente.

(2)    Los productos que ingresaban a la localidad se trataba principalmente, de alimentos como el arroz, el fideo, azúcar, enlatados de pescado, la manteca, como también el alcohol, la coca y la sal.

(3)    En el imaginario andino han existido diversos personajes, entre ellos el pishtaco. Este era una persona de raza blanca que se dedicaba al cruel afán de asesinar a hombres en parajes solitarios, con la finalidad de obtener su grasa y proveer a las maquinarias  para su buen funcionamiento. Merece hacer una investigación en nuestra localidad. Por otra parte es sabido también que en la ruta de la Quebrada Honda y en general en cualquier lugar solitario se aparecían  sombras, almas en pena, los demonios,  etc. La presencia de pishtacos y espíritus  del mal eran frecuentes en el anecdotario de los arrieros.

(4)    En la actualidad existen 07 Comunidades Campesinas en San Luis,  en 05 Yauya y 01 en San Nicolás, totalizando 13.

 DISTRITO DE  SAN  LUIS 

Ø Comunidad Campesina  Ingenio (Yanacará), reconocida con Resolución Directoral Nº 035-1-87-DIR-V-ANC  del 02 de  abril de 1987, con una extensión de 371.82 hectáreas.

Ø Comunidad Campesina Unión Caninaco, reconocida con Resolución Directoral Nº 202-94-RCH del 05  de noviembre de 1994, con una extensión de 3080.83 hectáreas.

Ø Comunidad Campesina Santiago de Cardón, reconocida con Resolución Directoral Nº 057-RCH/SRAPE-DG.AG. del 03 de febrero de 1992, con una extensión de 1328  hectáreas.

Ø Comunidad Campesina  San Pedro de Canchabamba,  reconocida con Resolución Directoral Nº  006-RCH/SRAPE-DG.AG. del 16 de enero de 1993, con una extensión de 800  hectáreas.

Ø Comunidad Campesina San Antonio de Ranracancha,  reconocida con Resolución Directoral Nº  554-91-RCH/SRAPE-DG.AG. del 11 de noviembre de 1991, con una extensión de 900  hectáreas.

Ø Comunidad Campesina Rosas Tayapampa, reconocida con Resolución Directoral Nº 114-85-DIR-V-ANC  del 02 de  abril de 1987, con una extensión de 892 hectáreas.

Ø Comunidad Campesina Santa Rosa de Uchusquillo, reconocida con Resolución Directoral Nº 002-88-CORDE/ANCASH del 22 de  abril de 1988, con una extensión de  2 624.18  hectáreas.

 DISTRITO DE YAUYA.

Ø Comunidad Campesina San Martín de Porres, de Otoco y Pogue reconocida con Resolución Directoral Nº  070/85-V-ANC  del 09 de mayo  1985, con una extensión de 1019 hectáreas.

Ø Comunidad Campesina Tupac Amaru, de Maribamba reconocida con R. G. Nº 005/88-CORDE ABCASH/GCC   del 14 de octubre de 1988, con una extensión de 730.6 hectáreas.

Ø Comunidad Campesina  Jatun Oco  reconocida con Resolución Directoral Nº 038-86-DR-V-ANC  del 27 de febrero de 1986, con una extensión de 156 hectáreas

Ø Comunidad Campesina José Carlos Mariátegui de Tranca y Chiguan  reconocida con Resolución Directoral Nº 139-96-RCH/DR.AG del 26  de agosto de 1996, con una extensión de 773.5  hectáreas

Ø Comunidad Campesina Juan Velasco Alvarado de San Francisco   reconocida con Resolución Directoral Nº 484-RCH/-SRAPE/DR.AG del 26  de octubre de 1992, con una extensión de 266.3  hectáreas

DISTRITO DE SAN NICOLAS.

Ø Comunidad Campesina Luis Pardo de Ruris,  reconocida con Resolución Directoral Nº 069-RCH/-SRAPE/DR.AG del 05 de febrero de 1992, con una extensión de 7928.5  hectáreas

(5)    Los ciudadanos de la  generación del 60. Seguramente cometemos un error al no incorporar en esta lista a todos los ciudadanos de esta época. Pero también seriamos injustos de no mencionar a aquellos sanluisinos que dedicaron su tiempo y su esfuerzo por el bien de la comunidad. Esta generación estuvo encabezada por don Fortunato Small Arana, alcalde en diversas autoridades, en su gestión se creó el primer Colegio  de Educación Secundario,    se construyó  la carretera Huari – San Luis, la instalación de los primeros servicios públicos básicos y  la creación de la provincia. A la gestión y visión del entusiasta y dinámico alcalde se sumaron, los ciudadanos, Augusto Gonzales Blanco, Luis Villavicencio Vaez,  Luis Jimeno Corts, Rafael Villanueva Ariza, Germán Pasco Collazos, Marino González Blanco, Abel Fitzcarrald Villanueva, etc. 

(6)    OTÁROLA PEÑARANDA, Roque.  “Chacas, Ayer, Hoy … Siempre”

 

 PRÓXIMO CAPITULO. SAN LUIS EN LA ACTUALIDAD.


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