FUTBOL: VIOLENCIA E INEQUIDAD
MEDITACIONES SOBRE EL FUTBOL (II PARTE)
Hace poco han terminado la Copa América y la
Eurocopa de este año, nos dejan lecciones de algunas verdades que parecían
dudas. Una real decepción sobre el deporte más popular del mundo. Como precisa un
entrenador argentino, el deporte del pueblo.
Una de las primeras características del futbol
moderno es la violencia física, verbal y gestual dentro del campo deportivo. Ha
perdido el brillo, el talento y el arte en el manejo del balón, se ven en forma
frecuente, empujones, codazos, rodillazos, zancadillas, agarrones, cabezazos,
puntapiés. Cada minuto no falta un futbolista en el césped, quejándose,
revolcándose, retorciéndose de dolor, (en muchos casos exageradamente). Ha
ganado el futbol físico y brusco al hábil y creativo. Pero no sólo es la
agresión física. Durante los partidos de futbol, se escucha las peores
agresiones verbales y gestuales, con la finalidad de menguar la moral y la
integridad del antagonista o esperar alguna reacción violenta del contrincante
que termine en sanción o expulsión del jugador. Recordarán la final del Campeonato
Mundial del 2006, cuando un jugador italiano insultó agriamente a un
contrincante francés, desatando la reacción violenta de éste. La expulsión de Zidane
le costó la copa a Francia. Los disparates, las lisuras, los insultos son tan
frecuentes aun en la presencia de los árbitros, que han normalizado estas
prácticas. Las diatribas hacia los jueces deportivos también son comunes, no
existe sanción.
Las diferencias presupuestales entre equipos de
futbol, del mismo nivel son admirables. Un club latinoamericano, africano o de
algún país asiático pobre, posee muchos menos capital anual que un sueldo del
mes de una estrella de las grandes ligas europeas. Las plantillas de los
equipos profesionales son sideralmente inequitativas. Por eso la desesperación
de jugadores para migrar al extranjero y el interés de los equipos de origen
para transferir a sus miembros son inmensas. El mismo Director Técnico americano
señalaba sobre la pobreza del futbol latinoamericano, ya que sus mejores y
talentosos representantes no participan en el futbol local, empobreciendo el
deporte nacional.
Se suma a este preocupante panorama la
lamentable situación intelectual y ética de los futbolistas. Muchos jugadores
peruanos y extranjeros, apenas han concluido la Educación Básica Regular, nunca
accedieron a la educación superior. No leen, no conocen, ni están involucrados en
los problemas de sus países, pasan el día en juegos y otros pasatiempos en las
redes sociales o en absurdas superficialidades, que no contribuyen a su
formación moral y académica. Los futbolistas hacen comentarios poco prudentes, en
épocas electorales defendiendo irreflexivamente regímenes corruptos y
conservadores muy lejos de su condición anterior y los de su familia.
Los estados nacionales movilizan decenas de sus
miembros de seguridad, para resguardar la tranquilidad pública en forma
gratuita. El costo de esta movilización
la asumen todos los ciudadanos en las actividades de estas empresas privadas.
Esta es una prueba contundente que se usa este deporte, para distraer a los
ciudadanos ante problemas económicos, sociales, políticos, de carácter coyuntural.
En el caso peruano, es más asombroso aún, el poder legislativo ha aprobado
leyes contrarias a los intereses populares, aprovechando el desarrollo de
partidos de la selección peruana con algún contrincante tradicional.
Otra mala noticia, es que los futbolistas son
referentes de adolescentes y jóvenes, sin otros atributos que los deportivos,
solo por su solvencia económica y fama. En el caso peruano es más dramático
todavía. Nuestros jugadores, apenas conocen el dinero, asumen una vida distinta
a su realidad, haciéndose los más extraños arreglos en su aspecto físico,
tintes y acomodos en la cabellera, arreglos faciales, formas de vestir, vida
ostentosa, escándalos en los medios sociales, alejándose de la disciplina y
responsabilidad que exige esta disciplina deportiva. etc. Estas banalidades son
imitadas irreflexivamente por púberes y también por niños.
Los padres de familia, se afanan para que sus
hijos concurran a academias de futbol, soñando que algún día, el talento de sus
hijos los extraiga de la pobreza. Todos anhelan ser parte de grandes clubes
nacionales y principalmente europeos, en donde pagan a raudales. Empero, solo es ambición, no imparten ni
acompañan con valores de responsabilidad y disciplina. Por eso algunos
deportistas famosos se extraviaron irremediablemente secuela de la fama y el
goce del dinero.
El futbol ha ganado una gran fama a nivel del
planeta, dejando de lado a cualquier importante e interesante deporte. Muchos
calificados gimnastas viven en serias dificultades económicas aun dedicándose a
su profesión a tiempo completo con más ahínco y pasión. Mientras los
futbolistas viven con abundancia y boato exagerado. En este sentido los medios
de comunicación y los estados han impuesto el futbol por razones de estrategia,
para adormecer a las grandes mayorías con poca educación, pudiéndose citar
diversos y numerosos ejemplos para argumentar lo afirmado.
Algún tiempo después, se desarrollaron los
Juegos Olímpicos en Francia, con la participación de los mejores atletas del
planeta, pero no tiene el apego del balompié por falta de difusión y propaganda.
Empero, es un evento deportivo mucho más importante y variado, en la que participan
más de treinta disciplinas, incluyendo el futbol. En este antiquísimo certamen,
se puede observar y disfrutar el talento, la preparación y el arte de cada equipo
y participante.
Ojalá que algún día el futbol recupere ese
brillo, la maestría de saber jugar, amalaya prevalezca la inteligencia antes
que la fuerza, la sana competencia antes que el objetivo puramente mercantil.
Ojalá que otros deportes sean promovidos, para que el violento, inequitativo y
mercantilizado futbol, retome sus antiguas características y virtudes.
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