miércoles, 13 de noviembre de 2024

LAS RUTAS DE LAS RATAS

 

DE ROEDORES, HOMBRES Y MEDIO AMBIENTE

Este artículo nace de la preocupación de los agricultores de nuestra localidad, sobre la proliferación de los roedores, que arrasan cosechas enteras de cereales, tubérculos, frutales y todo lo que el hombre cultiva. Las ratas se comieron todos los choclos de mi chacra, señaló uno de ellos, con tristeza y preocupación. A raíz de esto, nos invadió la curiosidad de indagar la ruta que siguieron estos animales en diversas dimensiones del espacio geográfico y el impacto de su presencia tanto para el hombre y la naturaleza.  Este es el resultado.

Señalan que las ratas son originarias del Sudeste Asiático. Llegaron a Europa, a mitad del siglo XVIII y a Estados Unidos desde Inglaterra.  Posteriormente arribaron a todo el continente americano. Sus naturales portadores fueron exclusivamente los hombres, a través de sus actividades comerciales principalmente.  Las embarcaciones, caravanas, diligencias, más tarde los vehículos motorizados y seguramente también el transporte aéreo esparció en todo el planeta de manera irremediable, gracias a su gran capacidad de adaptación.  

En el continente europeo, originaron la terrible enfermedad llamada peste negra, en el siglo XIV. La creyente sociedad medieval pensó que la causas fueron sobrenaturales, pero posteriores investigaciones demostraron que la fuente del contagio fueron las pulgas de los roedores. Esta epidemia, logró aniquilar cada pueblo y ciudad a la mitad de su población.

Un dato anecdótico, según la Organización de las Naciones Unidas, la población mundial estimada de estos roedores es de siete mil millones. Es la especie más poblada después del hombre, que se calcula en unos ocho mil millones de habitantes.

En el caso peruano, según los estudiosos, habrían arribado entre 1903 y 1905 aproximadamente. La llegada de barcos provenientes de Bangkok (Tailandia) al Puerto del Callao hizo que muchas ratas ingresaran al país y empiecen a proliferar por toda la ciudad. Inmediatamente se produjo la peste bubónica, una enfermedad que se propagó rápidamente por las condiciones de poca salubridad (residuos sólidos, hacinamiento, falta de higiene, etc) de nuestra capital a inicios del siglo XX. El vector del contagio fue de nuevo las pulgas de los roedores.

A nivel de nuestra región, seguramente la costa fue el primer espacio de recepción de los roedores. Chimbote, como puerto marítimo recibían embarcaciones de diverso tonelaje y procedencia que seguramente llevaban estos bichos escondidos en la mercadería. A la sierra ancashina, llego en la década del setenta, desde Lima y Chimbote, y se esparció por todo el Callejón de Huaylas en pocos años.

En el ámbito local, estos animalitos llegaron a San Luis, desde la década del noventa del siglo pasado. Los comerciantes huaracinos los trajeron en la misma modalidad que en otros ámbitos. En menos de treinta años, las ratas han invadido las zonas yungas, quechuas, suni y aun la jalca, con una capacidad de adaptación admirable, no han dejado espacios libres en la toda la provincia. Hoy por hoy constituyen un problema para la vida habitual de nuestros paisanos.

En general son animales muy inteligentes, no comen algún alimento si observan perjuicio en sus congéneres. Son valientes, capaces de enfrentarse a otros animales mucho más grandes, muy resistentes, capaces de soportar caídas desde alturas considerables o permanecer largos minutos bajo el agua y resistir fuertes golpes y considerables heridas. Dicen también que sería una de las pocas especies que resistiría una catástrofe nuclear.

Saben perfectamente que entre febrero y junio existe abundancia en las chacras y cultivos y se afincan en estas zonas del campo mientras terminan las cosechas. Una vez terminado este periodo de abundancia, regresan a las casas y pueblos en donde se asegura la subsistencia. 

Lo anecdótico del asunto, es que el poblador andino les ha regalado a estos bichos, características singulares y propias, hasta casi humanas. Dicen que las ratas escuchan y entienden lo que hablan los hombres, luego se comunican para advertir los planes y los riesgos que acarrean. Dicen que son vengativas, especialmente con las pertenencias del sujeto que pergeñó y ejecutó el plan. Solo tienen un enemigo, un depredador natural pequeño pero muy eficiente; la comadreja.

En muchos casos es causante de la desaparición de otros animales, por ejemplo, de sus primos hermanos, los ratones. También muchas aves endémicas en la localidad se van extinguiendo, porque son devoradas en sus diferentes estados de su crecimiento (1).  Empero, los especialistas sostienen, que serán compañeros de ruta de los hombres en su largo devenir.

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1)   Muchos pajarillos están desapareciendo, por la presencia del roedor y seguramente por otras causas, por ejemplo, ya no se ven los mansos upapicos, los bullangueros jilgueros, el hermoso ruywaq, la chawreqza, el ishraw, el teja pishku. Sobreviven estoicamente, el simpático yukis y el pichuychanka.   


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