DE ROEDORES, HOMBRES Y MEDIO AMBIENTE
Este artículo nace de la preocupación de los
agricultores de nuestra localidad, sobre la proliferación de los roedores, que
arrasan cosechas enteras de cereales, tubérculos, frutales y todo lo que el
hombre cultiva. Las ratas se comieron todos los choclos de mi chacra, señaló
uno de ellos, con tristeza y preocupación. A raíz de esto, nos invadió la
curiosidad de indagar la ruta que siguieron estos animales en diversas
dimensiones del espacio geográfico y el impacto de su presencia tanto para el
hombre y la naturaleza. Este es el
resultado.
Señalan que las ratas son originarias del
Sudeste Asiático. Llegaron a Europa, a mitad del siglo XVIII y a Estados Unidos
desde Inglaterra. Posteriormente
arribaron a todo el continente americano. Sus naturales portadores fueron exclusivamente
los hombres, a través de sus actividades comerciales principalmente. Las embarcaciones, caravanas, diligencias,
más tarde los vehículos motorizados y seguramente también el transporte aéreo
esparció en todo el planeta de manera irremediable, gracias a su gran capacidad
de adaptación.
En el continente europeo, originaron la
terrible enfermedad llamada peste negra, en el siglo XIV. La creyente sociedad
medieval pensó que la causas fueron sobrenaturales, pero posteriores
investigaciones demostraron que la fuente del contagio fueron las pulgas de los
roedores. Esta epidemia, logró aniquilar cada pueblo y ciudad a la mitad de su
población.
Un dato anecdótico, según la Organización de
las Naciones Unidas, la población mundial estimada de estos roedores es de
siete mil millones. Es la especie más poblada después del hombre, que se
calcula en unos ocho mil millones de habitantes.
En el caso peruano, según los estudiosos, habrían
arribado entre 1903 y 1905 aproximadamente. La llegada de barcos provenientes
de Bangkok (Tailandia) al Puerto del Callao hizo que muchas ratas ingresaran al
país y empiecen a proliferar por toda la ciudad. Inmediatamente se produjo la
peste bubónica, una enfermedad que se propagó rápidamente por las condiciones
de poca salubridad (residuos sólidos, hacinamiento, falta de higiene, etc) de
nuestra capital a inicios del siglo XX. El vector del contagio fue de nuevo las
pulgas de los roedores.
A nivel de nuestra región, seguramente la costa
fue el primer espacio de recepción de los roedores. Chimbote, como puerto
marítimo recibían embarcaciones de diverso tonelaje y procedencia que
seguramente llevaban estos bichos escondidos en la mercadería. A la sierra
ancashina, llego en la década del setenta, desde Lima y Chimbote, y se esparció
por todo el Callejón de Huaylas en pocos años.
En el ámbito local, estos animalitos llegaron a
San Luis, desde la década del noventa del siglo pasado. Los comerciantes
huaracinos los trajeron en la misma modalidad que en otros ámbitos. En menos de
treinta años, las ratas han invadido las zonas yungas, quechuas, suni y aun la
jalca, con una capacidad de adaptación admirable, no han dejado espacios libres
en la toda la provincia. Hoy por hoy constituyen un problema para la vida habitual
de nuestros paisanos.
En general son animales muy inteligentes, no
comen algún alimento si observan perjuicio en sus congéneres. Son valientes,
capaces de enfrentarse a otros animales mucho más grandes, muy resistentes,
capaces de soportar caídas desde alturas considerables o permanecer largos
minutos bajo el agua y resistir fuertes golpes y considerables heridas. Dicen
también que sería una de las pocas especies que resistiría una catástrofe
nuclear.
Saben perfectamente que entre febrero y junio
existe abundancia en las chacras y cultivos y se afincan en estas zonas del
campo mientras terminan las cosechas. Una vez terminado este periodo de abundancia,
regresan a las casas y pueblos en donde se asegura la subsistencia.
Lo anecdótico del asunto, es que el poblador
andino les ha regalado a estos bichos, características singulares y propias,
hasta casi humanas. Dicen que las ratas escuchan y entienden lo que hablan los
hombres, luego se comunican para advertir los planes y los riesgos que
acarrean. Dicen que son vengativas, especialmente con las pertenencias del
sujeto que pergeñó y ejecutó el plan. Solo tienen un enemigo, un depredador
natural pequeño pero muy eficiente; la comadreja.
En muchos casos es causante de la desaparición
de otros animales, por ejemplo, de sus primos hermanos, los ratones. También
muchas aves endémicas en la localidad se van extinguiendo, porque son devoradas
en sus diferentes estados de su crecimiento (1). Empero, los especialistas sostienen, que
serán compañeros de ruta de los hombres en su largo devenir.
(
1) Muchos pajarillos están desapareciendo, por la presencia del roedor y seguramente por otras causas, por ejemplo, ya no se ven los mansos upapicos, los bullangueros jilgueros, el hermoso ruywaq, la chawreqza, el ishraw, el teja pishku. Sobreviven estoicamente, el simpático yukis y el pichuychanka.
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