miércoles, 11 de diciembre de 2019

EL COLERA



SAN LUIS EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

El cólera fue una plaga que azotó a la humanidad en diferentes épocas. Se tiene noticias de su presencia desde algunos siglos en diversas partes del mundo. En todo este tiempo, ha asesinado esta enfermedad aproximadamente a 10 millones de personas.

El cólera es una enfermedad infecciosa aguda, provocada por la bacteria 'Vibrio Cholerae'. Se caracteriza por desarrollar de forma muy brusca una profusa diarrea y vómitos ocasionales. Aunque en general el cuadro clínico es leve, puede suceder que la deshidratación sea extrema, lo que puede provocar la muerte. La enfermedad requiere cuarentena y es de declaración obligatoria nacional e internacional. La forma más habitual de contagio es por beber agua o comer alimentos contaminados por heces humanos y otros fluidos. En los casos graves se llega a perder casi un litro de líquido por hora. En tales situaciones graves, la gran disminución de agua y sal produce una marcada deshidratación con intensa sed, calambres musculares, debilidad y una producción mínima de orina. (1)

El cuerpo humano, como otros seres vivientes es más agua que masa. Tiene un porcentaje de agua que varía entre el 50 y 70 por ciento, en donde ataca la bacteria.  En cuestión de horas el enfermo sufre una deshidratación galopante y la muerte irremediablemente   sobreviene por fallas multiorgánicas. Por eso el tratamiento médico y la adecuada hidratación recupera al paciente.

En el Perú la peste se instaló a inicios del año noventa del siglo pasado, los primeros casos, detectados fue en la costa, entre las ciudades de costa de Chancay, Chimbote y Piura, Callao y Lima causando casi tres mil muertos. Las condiciones de saneamiento precario, el hacinamiento y la falta de higiene en nuestro país, favoreció la proliferación de la enfermedad.

Dada la poca experiencia en el Perú para el tratamiento de la enfermedad, en la primera fase se cometieron gruesos errores en su tratamiento. Los desechos de los enfermos fueron arrojados a los desagües sin haber sido tratados, estas contaminadas aguas llegaron al mar y de alguna manera contagiaron la fauna marina, constituyéndose en foco infeccioso (por eso estuvo prohibido el consumo de ceviche, por tratarse de un alimento crudo). Posteriormente con la experiencia ganada, los desechos fueron tratados antes de ser arrojados a los desagües, de tal forma que la proliferación  disminuyó notablemente.

En el caso de nuestra provincia, de esta peste apenas sabíamos por las emisoras radiales y especialmente por la televisión que se instalaba por primera vez. Pero de ahí que un día causara zozobra y muerte a nuestros paisanos, era realmente remoto. Anecdóticamente, a fines del mes de marzo del aciago año, el primer paciente fue un dinámico alcalde provincial, quien había contraído en el puerto de Chimbote al consumir un rico helado que probablemente estaría contaminado.

Al pueblo, la noticia llegó muy temprano, de madrugada. El alcalde está grave, parece que tiene cólera, gritaron casi rompiendo la puerta del establecimiento de salud. Fue el desgraciado anuncio de que la muerte había llegado a este pueblo en forma de vómitos y evacuaciones líquidas. Los tranquilos durmientes cundieron en pánico, las siguientes horas fueron de verdadera angustia y terror para los pobladores de esta pacífica tierra. Las calles aledañas al centro de salud y las entradas a los domicilios se cubrieron de blanco rociadas de cal viva (2) para evitar mayor polución en los aterrorizados pobladores. Fue un ángel del cielo que había arribado a esta tierra, quien salvó la vida del alcalde y de numerosos paisanos. De otra forma la mortandad hubiera sido mayor.

Recuerdo los rostros transformados de los enfermos víctimas del cólera. Los ojos hundidos, la piel entre oscura y amarillenta adherida a los huesos, como si hubiera desaparecido de pronto todo indicio de grasa y músculo. Era sorprendente,  los rostros tersos, lozanos y jóvenes se transformasen en otros cadavéricos y seniles. 

Para aquel tiempo, como hoy también, la precaria situación de saneamiento de la joven provincia promovió la contaminación. En las afueras del pueblo, existían dos pozos sépticos que recogían las aguas servidas de la población. Los fluidos de los enfermos fueron arrojados sin ser desinfectados, convirtiéndolos en áreas de alta contaminación.  Hasta aquí el problema era aparentemente pequeño. En el contorno del cenegal crecían plantas de berros (3) que normalmente eran utilizadas como ensaladas por paisanos de escasos recursos. Inadecuadamente aseadas,  produjo un anunciado contagio a una pobre anciana, asidua consumidora del vegetal, quién falleció sin mayor apoyo y auxilio. Las amistades y parientes que concurrieron solidariamente a los actos fúnebres se contagiaron masivamente, produciéndose numerosos decesos.

La plaga azotó el pueblo durante dos meses y produjo una quincena de muertos. Lastimosamente los difuntos fueron gente de escasos recursos, entre ellos un campesino, artista talentoso, natural de Canchabamba, que nos hacía bailar en las fiestas carnavalescas, con sus jocosas y pícaras canciones acompañados de su infaltable violín.

La mejora de las estrategias médicas en el manejo de la enfermedad lograron detenerla. Sin embargo, aún recordamos ese breve lapso de nuestra historia con incertidumbre y temor. Ojalá que este tipo de plagas no vuelvan azotar a nuestro país, porque aun conservamos diversas enfermedades que han sido derrotadas en el mundo civilizado.   

(   2)   La cal u oxido de calcio es un desinfectante natural, que aún se usa en las entradas de actividades pecuarias para evitar el ingreso de bacterias que pueden contaminar y enfermar a la crianza.
     3)   El berro es una planta que crece en los humedales con propiedades nutritivas contiene vitaminas y minerales, es consumida ancestralmente en forma cruda y como ensalada.



(   
"Mañana de Crudo Invierno"
Plaza de Armas de San Luis - 1991  

5 comentarios:

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  2. Felicitaciones profesor Fredy por la publicación, me hizo recordar momentos de miedo angustia que vivimos en esa época,gracias a Dios tuvimos la suerte de contar con una profesional como es la Dra. Maritza que salvo a muchas personas de la muerte.

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  3. La verdad me hizo volver a vivir esas épocas, también sucedió lo mismo en mi querido pueblo de Chalhuá - Yanama en la que cobró vidas, a pesar de la edad que tenía recuerdo nitidamente esos comentarios que hacían nuestros abuelos y padres que no deberíamos acercarnos a aquellas personas que padecían de esa enfermedad porque era altamente contagiosa , cómo olvidar esos tiempos felicitaciones Profesor Fredy por su publicación.

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  4. Gracias profesor Fredy, por recordar de ese tiempo triste que nos pasó.

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  5. Gracias profesor Fredy, por recordar de ese tiempo triste que nos pasó.

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